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Así es como una persona transforma en arte los chicles que la gente tira a la calle

Ben Wilson tiene 15 años transformando esos desechos en una pequeña pintura

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Wilson tiene 15 años haciendo este inusual pasatiempo. theculturetrip.com

Estirado en el suelo, sobre un puente que cruza el río Támesis en Londres, Ben Wilson termina su última obra de arte: una pintura en miniatura realizada sobre un chicle pegado a la estructura de acero.

Desde hace 15 años, este inglés de 57 años recorre la capital de Inglaterra esculpiendo y pintando los pedazos de goma de mascar tirados por los peatones.

Más que un insólito pasatiempo, se trata de arte urbano, según explica el propio Wilson mientras retoca una obra pegada a uno de los grandes peldaños que van desde la catedral de Saint Paul hasta el Millenium Bridge, un puente peatonal de la capital británica.

Este es un "selfi" del artista. Foto: Facebook

“Es triste ver el impacto que los seres humanos pueden tener en el medio ambiente y la cantidad de desechos que producimos. Me parece bien poder crear algo a partir de eso”, dice con un pincel en la mano.

Sus obras, un poco más grandes que una moneda, están diseminadas por todo el Millenium Bridge, pero también en torno a la célebre catedral. Y si uno no las mira de muy cerca, pueden pasar desapercibidas.

Muchas son representaciones en miniatura de la catedral de San Pablo. Otros son dibujos de brillantes colores, casi sicodélicos, a menudo fechados y dedicados.

Los diseños no son más grandes que una moneda pero son muy detallados. Foto: Facebook

Originario del norte de Londres, Wilson comenzó su carrera esculpiendo en madera, antes de concentrarse en el chicle seco.

Su ritual es siempre el mismo. Localiza un viejo chicle pegado a una acera y desenfunda su material: una manta cubierta de manchas de colores sobre la que se estira boca abajo, frascos de pintura acrílica, un pincel, un quemador que utiliza para reblandecer el chicle y un bote de barniz que aplicará a la obra una vez terminada.

El artista lleva 15 años transformando los chicles en obras de arte. Foto: Facebook (Picasa)

Las personas que suelen pasar por allí, acostumbradas a ver a este excéntrico artista manchando de pintura acostado en el Millenium Bridge sea cual sea la estación, se acercan a hablar con él o hacerle una foto.

“Es la persona que tira el chicle la culpable de la degradación. Yo transformo el desecho en arte, es una forma de reciclaje”, dice Wilson reconociendo que uno de sus principales desafíos es no pintar en absoluto el puente, porque podría ser detenido por degradación.

Para ver sus creaciones hay que mirar muy de cerca. Foto: Facebook

Wilson afirma haber pintado miles y miles de chicles y se vanagloria de haber diseminado este arte oculto por las aceras y puentes de toda la capital.

Asegura que vive de sus colaboraciones con artistas o galerías, pero rechaza toda remuneración de quienes le piden que les dedique una de sus obras.

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