Con mil camas, 1.400 trabajadores y un equipo de 15 especialistas dedicados exclusivamente a evitar los contagios dentro del recinto, este lunes comenzó a funcionar el hospital Huoshenshan (Montaña del Dios Fuego) en Wuhan, el epicentro del brote de coronavirus que ha cobrado la vida de 361 personas en China.
El hospital se ubica a unos 25 kilómetros de la zona metropolitana, tiene una extensión cercana a los 30 mil metros cuadrados y se construyó en apenas 10 días.
Ante la urgencia de tratar a los pacientes con síntomas asociados a esta enfermedad, las labores de construcción comenzaron el 23 de enero y continuaron las 24 horas del día, con turnos de día y noche.
El trabajo requirió 45 excavadoras y el uso de estructuras metálicas prefabricadas, las que se fueron uniendo mediante tornillos. El costo total alcanzaría los 300 millones de yuanes, unos ¢24 mil millones.