El rey Carlos III retiró formalmente a su hermano Andrés todos sus títulos y honores reales, incluido el de príncipe, y le ordenó dejar Royal Lodge, la mansión donde vivía desde hace más de 20 años. Desde ahora será conocido como Andrew Mountbatten Windsor.
Carlos III rompe el silencio y actúa
Dos semanas después de que Andrés anunciara su renuncia al uso de sus títulos y honores, el Palacio de Buckingham hizo oficial este jueves la decisión de Carlos III: retirar al exduque de York todos los tratamientos y distinciones, incluido el de príncipe, y poner fin a su contrato de residencia en Royal Lodge.
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Según el comunicado emitido por la Casa Real británica, Andrés será ahora conocido como Andrew Mountbatten Windsor, su apellido familiar. Además, se notificó la rescisión del contrato de arrendamiento de Royal Lodge, la mansión de 30 habitaciones donde residía desde hace más de dos décadas.
“Sus majestades desean aclarar que sus pensamientos y solidaridad han estado siempre con las víctimas y supervivientes de cualquier tipo de abuso”, señala el comunicado oficial difundido por Buckingham.
Un hermano incómodo para la monarquía
La medida llega tras años de controversias públicas en torno al hermano del rey, debido a su amistad con Jeffrey Epstein, empresario acusado de explotación sexual y fallecido en prisión en 2019.
Ante la presión mediática y social, el monarca decidió actuar para proteger la imagen de la Corona. Esta decisión, sin precedentes en la historia reciente británica, no solo le impide usar títulos, sino que elimina oficialmente su condición de príncipe.
Adiós a Royal Lodge
Andrés, de 65 años, residía en Royal Lodge, una propiedad de lujo en Windsor que arrendaba desde hace 22 años bajo condiciones muy ventajosas: una libra esterlina mensual. El contrato, firmado con The Crown Estate, tenía vigencia hasta 2078, pero el rey decidió revocarlo tras consultar con sus asesores legales.
Aunque su nuevo destino no ha sido confirmado, la prensa británica apunta a que podría mudarse a una propiedad en Sandringham, mientras su exesposa, Sarah Ferguson, busca una nueva vivienda.
Sin cambios para sus hijas
El Palacio de Buckingham aclaró que esta decisión no afecta los títulos ni privilegios de las princesas Beatriz y Eugenia, hijas de Andrés, quienes seguirán siendo princesas de York y mantendrán su rol representativo.
Con esta medida, Carlos III busca distanciar a la monarquía de los escándalos familiares y enviar un mensaje de transparencia y responsabilidad institucional.
Nota realizada con ayuda de IA


