Una empleada del banco BBVA en México identificada como Karina estuvo al borde de la muerte después de que unos maleantes le pusieran, como en las películas, un cinturón explosivo.
La sucursal del atraco está ubicada en la alcaldía Gustavo A. Madero en Ciudad de México, de la cual se robaron 14 millones de pesos (366 millones de colones).
La mujer señaló que los bichos le dijeron qué hacer mediante una video llamada y si no hacía caso, activarían el explosivo adherido a su cuerpo.
De acuerdo con la carpeta de investigación, los hechos ocurrieron el viernes pasado, cuando Karina se dirigía a su trabajo, pero en el camino fue retenida en una microbús por sujetos armados.
Agregó que los individuos le dijeron que sabían todo de ella, que tenía vigilados a su esposo y a su hijo y le colocaron el aparato explosivo. Ella aseguró que no tuvo opción y siguió las indicaciones.
Al llegar a la sucursal bancaria sustrajo el dinero de la bóveda, de varios cajeros automáticos y lo guardó en un bote de basura.
Luego, en su vehículo, manejó hasta Ecatepec, en el estado de México, en donde recibió instrucciones vía telefónica para abandonar el vehículo y volver en 10 minutos.
Al volver a la unidad, la mujer encontró la llave del cinturón explosivo y lo arrojó a un lote baldío. Cuando los peritos de la Fiscalía capitalina encontraron el artefacto con los explosivos solicitaron la intervención de efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional de la 37 Zona Militar, quienes desactivaron el explosivo.
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Los uniformados señalaron que se trata de un explosivo mal elaborado, el cual se conforma de un regulador de corriente, un chispero y 4 artefactos pirotécnicos, con un contenido de 32 gramos de pólvora, motivo por el cual dan aviso al Ministerio Público Federal, con sede en Ecatepec, iniciándose la carpeta de investigación correspondiente.