Investigadores de Estados Unidos aplicaron este lunes la primera vacuna experimental contra el coronavirus, colocándose al frente de una carrera mundial mientras se extiende la pandemia.
Con una cuidadosa inyección en el brazo de una voluntaria saludable, los científicos del Instituto de Investigación Permanente Kaiser de Washington en Seattle, comenzaron la ansiada primera fase de un estudio para una posible vacuna desarrollada en tiempo récord, dado que el COVID-19 comenzó a circular en China a finales de 2019 y después se extendió a todo el mundo.
“Ahora somos el equipo coronavirus. Todos quieren hacer lo que puedan en esta emergencia”, dijo la doctora Lisa Jackson, líder del estudio.
La agencia de noticias AP observó cuando la primera participante del estudio, una gerente de operaciones de una pequeña compañía tecnológica, recibió la inyección. Tres personas más esperaban una prueba en la que 45 voluntarios recibirán dos dosis con un mes se diferencia.
“Todos nos sentimos muy indefensos. Esta es una gran oportunidad para hacer algo”, dijo Jennifer Haller, de 43 años y de Seattle, mientras esperaba la vacuna. Tras la inyección, salió de la sala con una gran sonrisa: “Me siento genial”.
Esto marcó solo el inicio de una serie de estudios en personas, que son necesarios para demostrar si las vacunas son seguras y podrían funcionar. Incluso, si la investigación es exitosa, la vacuna no estaría disponible para su uso extenso hasta dentro de 12 a 18 meses, dijo el doctor Anthony Fauci de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH).
No hay posibilidad de que los participantes en este experimento se contagien porque las vacunas no contienen el coronavirus en sí.
No es la única posible vacuna en el horno. Decenas de grupos de investigación en el mundo se apresuran para crear una vacuna contra el COVID-19. Se prevé que otra vacuna candidata, elaborada por Inovio Pharmaceuticals, comience el próximo mes sus propios estudios de seguridad en Estados Unidos, China y Corea del Sur.
La pandemia del coronavirus ha infectado a casi 180 mil personas y matado a más de 7.000 en todo el mundo.
La enfermedad COVID-19 provoca síntomas leves o moderados para muchos y la gran mayoría se recupera. Algunas personas, especialmente ancianos o con problemas médicos previos, pueden sufrir complicaciones como la neumonía.