Egipto presentó al mundo 27 sarcófagos que fueron descubiertos en la necrópolis sagrada de Saqqara, en lo que ha sido calificado “como el mayor hallazgo arqueológico del último tiempo”.
Esos sarcófagos fueron encontrados en la necropólis donde se ha producido un gran número de hallazgos en los últimos años. Es una área arqueológica privilegiada en el mundo -Patrimonio de la Humanidad- y que guarda bajo su superficie una buena parte de la rica historia y desarrollo del Antiguo Egipto.
“Este es un descubrimiento muy emocionante”, dijo el ministro de Antigüedades y Turismo de Egipto, Khaled E. Anany, en un video en el que científicos y autoridades descendían por gruesos cordeles hacia el viejo pozo donde estaban los ataúdes.
Uno de los personajes que bajó fue el científico Mostafa Waziry, jefe del Consejo Supremo de Antigüedades, quien mostró una figura de la diosa Osiris recién descubierta, junto a los ajuares que acompañan las tumbas.
"Creemos que esto es solo el comienzo”, señalan las autoridades. Los científicos sugieren que tal vez haya más ataúdes y artefactos en esa zona de Saqqara. Ello además de los otros “sarcófagos, figurillas y objetos que fueron descubiertos en esa zona a principios de año”, precisa Mustafa Waziri.
Los “nuevos” 27 sarcófagos están intactos, y hasta ahora fueron abiertos, lo que entregará una información valiosísima.
Esos sarcófagos, “enterrados en una fecha que data de más de 2.500 años antes de Cristo, se relacionan también con épocas de gloria en el Antiguo Egipto”, subrayan los arqueólogos. Y se unen a los últimos grandes hallazgos en esas tierras desérticas, cercanas al río Nilo, de un Egipto inagotable en su historia, desarrollo y descubrimientos que aumentan en forma sorprendente en estos años.
El grupo de arqueólogos descubridores encontró estos sarcófagos a una profundidad de 11 metros. Estaban ubicados en pequeñas y disimuladas cámaras mortuorias, situadas a los lados de ese pozo. Luego, en el segundo hallazgo sucesivo descubrieron más sarcófagos al fondo de ese pozo.
“Todos estaban intactos y sin profanar”.
Saqqara es una extensa área arqueológica de enorme riqueza que “fue saqueada durante mucho tiempo, por lo que cualquier descubrimiento en ese lugar reviste una gran importancia”, comenta el ministro de Antigüedades de Egipto.
La necrópolis de Saqqara es considerada un sitio arqueológico de excepción, en donde se encuentra la mayor cantidad de tumbas de la antigüedad y también muchas pirámides. Se han descubierto tumbas reales, y también otras de ciudadanos de clase media y de trabajadores que sepultaban a sus familiares allí.
Saqqara era la principal necrópolis de la ciudad de Menfis, ubicada en la ribera occidental del río Nilo (como la mayoría de estas que se situaban en esa ladera durante el Antiguo Egipto). Se ubica a 30 kilómetros de El Cairo y a 20 kilómetros de las pirámides de Guiza.
La pieza central de Saqqara -que la distingue en el mundo- es la famosa pirámide escalonada del faraón Zoser, la primera de la era faraónica, del primero de ellos, de la Dinastía III. Ese impresionante monumento fue construido cerca del año 2700 a.C. por el arquitecto Imhotep, autor de esa tumba revolucionaria en forma de pirámide escalonada.
Imhotep es considerado el primer arquitecto conocido como tal en el mundo y esa pirámide es uno de los monumentos más antiguos de la historia.
El tiempo de vida que abarca la necrópolis de Saqqara es muy extenso: empezó sus funciones durante la primera dinastía (en el 3100 a.C.) y siguió durante todo el antiguo imperio, con períodos de abandono.
Luego Saqqara fue usada en el llamado Imperio Nuevo y llegó hasta la dinastía XXX , al final del nuevo reino, bajo el reinado de los Ptolomeos. Saqqara era el lugar donde los familiares de faraones y reinas, sacerdotes, escribas, médicos o astrónomos acudían a dejar a sus muertos para emprender -según sus profundas creencias- el viaje hacia la nueva vida.
Según los estudios preliminares, “los sarcófagos encontrados fueron sellados hace 2.500 años y nunca más abiertos”, indica el Ministerio de Antigüedades de Egipto.
“Estos valiosos y hermosos sarcófagos en madera corresponderían a la dinastía numero XXVII de los faraones, próxima a la dominación persa del Antiguo Egipto”, señaló el ministro Khaled El Enany.
Varios de ellos están decorados en su exterior con motivos en colores marrones y azules y con numerosas inscripciones jeroglíficas.
Asimismo, hallaron una colección de artefactos más pequeños, muy propios de los ajuares funerarios, entre ellos hay figuras de dioses, vasos canopos, cajas. Todo lo cual irá develando más información esencial.