El abogado Eduardo Balarezzo afirma que su cliente, el Chapo Guzmán, se está volviendo loco en la prisión de Brooklyn.
El diario español El País da cuenta de algunos detalles que Balarezzo compartió con la prensa.
En la celda del Chapo, dice el abogado, la luz pasa prendida 23 horas al día. La otra hora la gasta pedaleando en una bici estacionaria. "Viste un uniforme naranja y camina de lado a lado, se tumba en la cama y vuelve en caminar", sostiene Balarezzo.
Este lunes 8 de enero se cumplieron dos años desde que la Policía mexicana capturó al Chapo de nuevo y casi uno desde que lo extraditaron a Estados Unidos. Para evitar una nueva fuga –algo en lo que el Chapo había demostrado ser experto– lo metieron en una de las prisiones más seguras de Nueva York. Desde que eso pasó, el exlíder narco se ha quejado de las condiciones que experimenta.
La celda donde lo tienen cuenta nada más con una ventana pequeña, una ducha y un servicio sanitario. Nadie en Estados Unidos quiere que el narcotraficante más buscado del mundo escape de nuevo, como lo hizo dos veces de prisiones de máxima seguridad en México, donde se sigue sospechando que recibió ayuda incluso de las autoridades para volver a la libertad. Por eso justifican que lo mantengan bajo medidas tan extremas.
El Chapo tiene ahora 63 años, pero sigue siendo un hombre de cuidado. Su abogado insiste en el daño que le están provocando las condiciones del encierro. "Está mal, está perdiendo la memoria y está poniéndose paranoico. Repite mucho las cosas y se le olvida todo. A veces hablamos algo y a los quince minutos se le ha olvidado, afirma Balarezzo.
El juicio contra el Chapo empezaría el 16 de abril de este año, pero el abogado ha pedido que lo retrasen cuatro meses.
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Así fue como cayó
Joaquín Guzmán Loera fue detenido el 8 de enero del 2016. La operación para agarrarlo fue bautizada Cisne Negro.
Así fue como se dio la captura. A las 4:40 a. m. en un vecindario del centro de la ciudad costera de Los Mochis, en el Pacífico mexicano, 17 infantes de Marina mexicanos comenzaron su ingreso a una casa de seguridad, pensando que había una buena probabilidad de encontrar allí al Chapo Guzmán.
Un infante de marina resultó herido por arma de fuego apenas inició el operativo y permaneció afuera de la puerta principal, mientras sus compañeros avanzaban lentamente al interior de la casa, lanzando granadas y disparando sin cesar, de acuerdo al video de una de las cámaras que llevaba uno de los marinos en su casco y que fue difundido por el gobierno mexicano.
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Un infante de marina involucrado en la redada dijo después que había más personas de las que esperaban dentro de la casa, y que estaban fuertemente armadas, incluso con lanzagranadas y fusiles de largo alcance calibre .50.
El operativo se inició propiamente cuando los marinos empezaron asegurando la planta baja del lugar. Un hombre armado murió justo cuando entraron por la puerta principal.
Mientras se preparaban para subir las escaleras, uno de los marinos vio a un hombre alistándose para disparar un lanzagranadas. El infante le disparó e impactó el arma del mafioso en dos ocasiones, provocando que el atacante se deshiciera de su armamento.
El muro ubicado encima de las escaleras se encontraba particularmente dañado por las balas, ya que los guardaespaldas trataban de evitar el avance de los marinos.
En el piso superior, los marinos encontraron a dos mujeres en el baño y a otros dos hombres en una habitación, junto a una enorme pantalla de televisión.
La casa tenía cuatro cuartos y cinco baños. En una cama del piso superior se encontraron cuatro DVD de la serie “La Reina del Sur”, protagonizada por Kate del Castillo, la actriz mexicana quien puso en contacto a Guzmán con el actor estadounidense Sean Penn.
Les tomó 15 minutos asegurar el lugar. Luego, siguieron a los atacantes por los techos de la zona. En esta persecución murieron otros cuatro hombres armados. Pero al Chapo Guzmán no se le veía por ningún lado.
Conociendo la predilección de Guzmán por los túneles, los marinos comenzaron a buscar aperturas. Junto a un cuarto dela planta baja, los marinos ingresaron a un gran armario y encontraron un inusual panel detrás de un espejo. Una palanca escondida detrás de una lámpara de techo accionaba el mecanismo para abrir una puerta detrás del espejo. Aquello parecía salido de una película de misterio.
Dicha puerta llevaba a unas escaleras hacia abajo.
Un túnel de 1,80 metros de altura, alumbrado, con paneles de madera y piso de concreto, llevaba a más escaleras y a una escotilla de metal que daba al sistema de alcantarillado de la ciudad.
Guzmán y su jefe de seguridad recorrieron varias cuadras a través de un drenaje pluvial de un metro de altura, antes de salir en medio de una intersección de calles. Robaron un carro,condujeron unas cuantas cuadras y luego robaron otro. Pero esta vez la suerte abandonó a Guzmán.
La policía federal los encontró después en una carretera fuera de la ciudad y puso fin a los seis meses de libertad de Guzmán, luego de su sorprendente escape de la misma prisión de máxima seguridad a la cual lo devolvieron.
El 19 de enero del 2017 fue entregado por México a las autoridades de Estados Unidos.