Un hecho tan insólito como real ocurrió en Kansas City, Estados Unidos, en 2017 se volvió a hacer viral. Se trata de la historia de Lawrence John Ripple, un hombre de 70 años, decidió robar un banco para que lo arrestaran y así poder estar lejos de su esposa.
Ripple ingresó al Banco del Trabajo, ubicado a pocos metros de una estación de policía, y entregó una nota al cajero que decía: “Tengo un arma, dame dinero”. El empleado le entregó 2.924 dólares, pero el hombre no intentó huir. Se sentó en el vestíbulo y esperó tranquilamente a los agentes, a quienes confesó que prefería ir a la cárcel antes que volver a su casa.
Un robo motivado por una discusión
Según documentos judiciales, Ripple escribió la nota frente a su esposa minutos antes de salir hacia el banco. Habían tenido una fuerte discusión y él decidió poner en marcha su insólito plan. Fue arrestado sin oponer resistencia.
Durante el juicio, el hombre explicó que actuó bajo los efectos de una depresión no diagnosticada, provocada por una cirugía de bypass cardíaco cuádruple en 2015. Su abogada, Chekasha Ramsey, dijo que Ripple “no era el mismo desde la operación” y que el robo fue en realidad “un grito de ayuda”.
Una condena fuera de lo común
El juez Carlos Murguía tomó en cuenta el historial del acusado, quien no tenía antecedentes penales, y el apoyo que recibió del banco y de la fiscalía. Tanto la fiscal Sheri Catania como los empleados afectados destacaron su arrepentimiento.
Ripple fue sentenciado a seis meses de arresto domiciliario, tres años de libertad condicional y 50 horas de servicio comunitario. Además, deberá pagar 227,27 dólares al banco por las horas laborales perdidas y 100 dólares a un fondo para víctimas de delitos.
Durante la audiencia, Ripple pidió disculpas y expresó que se encontraba recuperado tras recibir tratamiento psicológico.
“Me siento genial ahora, me siento como antes”, afirmó, y agregó con ironía: “La prisión habría sido un castigo mayor para mi esposa que para mí”.
El caso llamó la atención de los medios internacionales, ya que es muy inusual que un robo bancario termine sin pena de prisión efectiva en el sistema judicial estadounidense.
Nota realizada con ayuda de IA