Internacionales

El mundo se recluye entre cierres de negocios y fronteras debido al coronavirus

Muchas personas buscaban la manera de regresar a sus países al quedar atrapadas por las restricciones que intentan frenar la propagación del nuevo virus.

EscucharEscuchar

Decenas de millones de personas se recluyeron este martes bajo órdenes de los gobiernos de aislarse a medida que se cerraron las fronteras, escuelas y negocios y entraron en vigor restricciones cada vez más drásticas sobre los viajes.

Otras personas buscaron la manera de regresar a sus países al quedar atrapadas por las restricciones que intentan frenar la propagación del nuevo coronavirus.

Del sudeste asiático hasta el continente americano, pasando por Europa, las restricciones y el distanciamiento social trastorna la vida de la gente.

En España, el cuarto país en cantidad de infecciones, estas aumentaron este martes en más de 2.000 a 11.178, y las muertes de 200 a 491. Las cifras españolas solo son superadas por China, Italia e Irán.

Con una incidencia mundial que supera los 185.000 casos y 7.300 muertes, el fuerte aumento de los enfermos en los hospitales de Madrid alienta los temores en Europa sobre lo que se viene. Se han emitido exhortaciones a enviar mascarillas y aparatos de respiración a Italia y España, entre otros países fuertemente afectados.

Mientras las restricciones de movimiento iban en aumento, decenas de millones de personas se recluyeron en casa este martes, siguiendo las recomendaciones de sus gobiernos de aislarse y frenar la expansión del nuevo coronavirus.

En Malasia, los clientes hicieron largas colas para comprar en supermercados. En Filipinas, la gente esperó en enormes presas de tráfico a pasar por puntos de control donde se les tomaba la temperatura antes de entrar en la capital de la ciudad. Las autoridades de siete condados en la zona de la Bahía de San Francisco emitieron estrictas órdenes de cuarentena para que millones de personas se quedaran en casa, saliendo solo para comprar comida y medicinas o en salidas absolutamente esenciales.

Mientras se introducían nuevas medidas para contener el brote, en Wuhan, la ciudad china donde se detectó por primera vez el virus a finales del año pasado, y que lleva semanas aislada, reportó solo un caso nuevo este martes.

Los frentes de batalla se habían trasladado claramente fuera de China, donde ya había menos casos que en el resto del mundo. Y España se convirtió en el cuarto país con más infectados, superando a Corea del Sur, donde la epidemia empezaba a remitir.

“No hay forma sencilla ni rápida de salir de esta situación extremadamente difícil”, dijo el primer ministro holandés Mark Rutte.

El virus solo provoca síntomas leves o moderados para la mayoría de la gente, como fiebre o tos. Pero otras personas, especialmente ancianos o pacientes con problemas médicos previos, pueden sufrir complicaciones más graves como la neumonía. Más de 79.000 personas se han recuperado de la enfermedad.

Sin embargo, la creciente sensación de crisis estaba remeciendo los mercados financieros. Las acciones revirtieron este martes sus pérdidas iniciales en Asia, después de que el mercado bursátil estadounidense sufriera su peor día en más de tres décadas y gran parte de muchas economías se viera paralizada por el cierre de negocios y viajes para combatir el brote.

Solo China, Italia e Irán tienen más infecciones que España, donde la cifra aumentó en casi un 20%, a 9.191 casos confirmados y 309 muertes, según el Ministerio español de Salud. Las autoridades adoptaron un nuevo sistema de conteo, de modo que el número real de contagios podría ser mayor.

Con gesto solemne, Rutte dijo que es probable que “gran parte” de los 17 millones de habitantes de Holanda contraiga el virus. Por ahora, 1.413 personas dieron positivo en las pruebas y 24 murieron. El gobierno cerró escuelas, restaurante y bares y prohibió aglomeraciones de más de 100 personas.

Países como Canadá, Suiza, Rusia y Malasia anunciaron duras restricciones a la circulación de personas por sus fronteras.

Se confirmaron los primeros casos de COVID-19, la enfermedad que produce el virus, en Somalia, que tras casi tres décadas de conflicto armado tiene uno de los sistemas sanitarios más débiles de África.

Mientras la pandemia se extendía, China y Corea del Sur luchaban por mantener sus peleados avances. China puso en cuarentena a los recién llegados al país, que en los últimos días incluyeron varias personas infectadas, y Corea del Sur indicó que aumentaría los controles a personas llegadas del extranjero a partir del jueves.

India cerró este martes el Taj Mahal a los visitantes. La mayoría de escuelas y centros de entretenimiento, como cines, ya habían cerrado en India, el segundo país más poblado del planeta con 1.300 millones de personas.

En Estados Unidos, las autoridades instaron a los estadounidenses mayores y a enfermos crónicos a quedarse en casa, y recomendaron limitar las aglomeraciones a 50 personas. Los estadounidenses que regresaban del extranjero encontraron caóticos controles sanitarios en los aeropuertos que claramente infringían todas las normas de combatir el virus al hacinar a grandes multitudes en espacios abarrotados.

Aun así, algunos países se resistían a tomar medidas más duras para contener el virus.

En Gran Bretaña, bares y restaurantes seguían abiertos y no se prohibieron los grandes eventos. El portavoz del primer ministro dijo que no se descartaba cerrar las escuelas, pero que “el consejo científico y médico es que no es un paso que debamos dar en este momento”.

Agencia AP

Agencia AP

Associated Press es una cooperativa de noticias independiente, sin fines de lucro, con sede en la ciudad de Nueva York.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.