“El tiempo no ha curado mi corazón roto”

La ciudad de Surfside, en Florida, homenajeó este viernes a las 98 personas fallecidas hace un año en el colapso de un edificio, con una ceremonia a la que asistieron familiares de las víctimas, miembros de los equipos de rescate que trabajaron durante la catástrofe y autoridades.

El acto se celebró junto al sitio donde se alzaba la Champlain Towers South, una torre de 12 plantas que se derrumbó parcialmente en la madrugada del 24 de junio de 2021, en esa ciudad situada al norte de Miami Beach.

Varios familiares tomaron la palabra para recordar a sus seres queridos ante una audiencia conmovida, en la que se multiplicaron los abrazos, los aplausos y las lágrimas.

“Sé lo que significa sentir una pérdida profunda. Y un año después, el tiempo no ha curado mi corazón roto. Como todos ustedes, convivo con este vacío extremo”, dijo Kevin Spiegel, esposo de Judy Spiegel, una mujer de 65 años fallecida en el derrumbe.

Otra habitante del edificio, Raquel Oliveira, quiso recordar a su esposo, Alfredo Leone, de 48 años, y a su hijo Lorenzo, de cinco, que murieron en la catástrofe.

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“Hace exactamente 365 días, mi casa implosionó, se derrumbó con todo y todos dentro, menos yo. Mi familia tardó dos semanas en ser encontrada”, declaró desde el estrado.

“Necesitamos respuestas. Necesitamos justicia. Necesitamos algo que odio: la palabra paciencia”, añadió, en un momento en que todavía se investigan las causas del colapso.

La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, asistió al acto, en el que también estuvieron el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y la alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava.

En su discurso, la esposa del presidente destacó la labor de los bomberos y policías que trabajaron en el lugar de la catástrofe, primero en busca de supervivientes y luego para encontrar los cuerpos de los fallecidos.

“Expresamos nuestra gratitud por esta comunidad, y los bomberos y socorristas que vendaron las heridas y pasaron semanas trabajando para recuperar a sus seres queridos”, dijo.

A excepción de un adolescente rescatado horas después del derrumbe, los bomberos no encontraron a ninguna persona con vida entre los escombros.

El martes, un juez aprobó un acuerdo de indemnización de más de 1.000 millones de dólares, que se repartirá en su inmensa mayoría entre los familiares de las 98 víctimas mortales.