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En India reeducan a elefantes “asesinos”

La destrucción de los bosques causa encuentros indeseados entre los enormes animales y los humanos

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A Moorthy, que mató a 22 personas, lo iban a sacrificar; tuvo suerte y lo salvaron. AFP (MANJUNATH KIRAN/AFP)

Moorthy mató a 22 personas y aterrorizó aldeas enteras durante años en el sur de India. Escapó de una sentencia a muerte y fue reeducado para ganarse una nueva vida evitando ataques de otros elefantes salvajes afectados por la deforestación.

El enorme animal, de 58 años, reconocible por las brillantes manchas rosa de su cara, mató a doce personas tras pisotearlas en el estado meridional de Kerala.

Aunque las autoridades ordenaron su muerte, Moorthy escapó al estado vecino de Tamil Nadu, donde causó la muerte a otras diez personas.

Pero los gobernantes de ese estado “prohibieron hacer daño al elefante” que fue capturado en 1998 y enviado al campo de adiestramiento de Theppakadu, dice su domador Kirumaran M.

Dicen los adiestradores que son animales mansos. AFP (MANJUNATH KIRAN/AFP)

“Desde que adiestro a Moorthy, ya hace muchos años, ha sido un niño inocente y no ha herido a nadie”, asegura este hombre de 55 años.

“Es tan tranquilo que incluso si un niño pequeño juega con él o lo abrazo, no le hará daño”, insiste.

Fundado en 1927, el campo de elefantes de Theppakadu es el más grande de India.

Todos reciben un buen baño, algo que les encanta. AFP (MANJUNATH KIRAN/AFP)

Semisalvajes pero adiestrados, estos elefantes llamados “kumkis” como Moorthy son traídos cada mañana para una limpieza en profundidad, y soltados después por la noche a los bosques.

Estos animales han sido entrenados para ayudar a las labores manuales. Su habilidad para cargar hasta 150 kilos los convierte en útiles trabajadores.

Pero los animalotes también se desempeñan como “ingenieros de ecosistemas”, que pasan 16 horas cada día buscando comida en sus alrededores, regando semillas a su paso que ayudan a la reforestación.

En la reserva, los cuidadores y entrenadores tratan muy bien a los elefantes. AFP (MANJUNATH KIRAN/AFP)

Miedo a los ataques

Lo más importante para las comunidades que rodean el campo es que estos animales evitan que otros elefantes se metan, “visitas” cada vez más frecuentes y agresivas, en busca de comida.

“Los elefantes salvajes vienen al poblado y nuestros niños están en peligro”, dice Shanti Ganesh, una mujer que vive cerca.

“Los niños deben ir por la carretera principal hacia la escuela. Siempre estamos preocupados de que puedan ser atacados”, añade.

Trabajando con sus “mahouts”, los conductores de elefantes, la manada de Theppakadu está entrenada para confrontar físicamente y alejar a los elefantes salvajes de la aldea.

Los elefantes chocan con humanos cuando entran a las aldeas. AFP (MANJUNATH KIRAN/AFP)

A veces también ayudan a rodear y atrapar a los intrusos para que sea internados en el campo y adiestrados para servir a la población local.

“Aquí, Sankar, había atacado y matado a tres personas en el poblado y se nos ordenó que lo capturáramos”, explica el “mahout” Vikram, señalando a un animal detrás suyo.

“Lo capturamos con la ayuda de otros kumkis y ahora lo estamos entrenando a él también”.

Atacan por hambre

India tiene una población de alrededor de 25.000 elefantes, según el Fondo Mundial para la Naturaleza. Eso supone un 60% de la población de elefantes salvajes en Asia.

Pero la intrusión humana en sus bosques ha causado problemas. “El motivo de que un elefante ataque a humanos o propiedades es solamente por la pérdida de hábitat”, dice Kirumaran, el adiestrador.

“Todos los bosques donde solían vivir se han convertido en pueblos o aldeas para humanos. Atacan porque tienen hambre”, argumenta.

Más de 2.300 personas murieron por ataques de elefantes en cinco años hasta 2019, según los datos del gobierno indio.

Los elefantes que se reeducan hacen muchos trabajos en India. AFP (MANJUNATH KIRAN/AFP)

En el mismo periodo, más de 500 elefantes murieron, 333 electrocutados y un centenar cazados o envenenados.

Ananda Kumar, de la Fundación por la Conservación de la Naturaleza de India, asegura que los elefantes que se vieron enredados en ataques fatales posiblemente fueron provocados por actitudes violentas de humanos que trataron de espantarlos.

“Ese elefante puede haber sido perseguido durante meses”, dice. “Es un tipo de tortura que sufren los elefantes y tiene que pararse”, añade.

Este activista asegura que ha visto personalmente un elefante disparado tantas veces que un veterinario extrajo cien balas de su cuerpo cuando ya había muerto.

La reserva Mudumalai es enorme, pero siempre falta más espacio. AFP (MANJUNATH KIRAN/AFP)

Los expertos aseguran que terminar con este conflicto entre humanos y elefantes depende de proteger y hacer crecer los bosques en los que viven estos grandes animales.

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