Dejar las comodidas de los grandes centros urbanos y aceptar irse a vivir a una isla desierta de un kilómetro y medio de extensión, puede resultar tentador para muchas personas.
Los ocupantes tendrán como únicos vecinos a: focas, aves de mar, conejos y un rebaño de ovejas negras. Deberán velar por el mantenimiento de la isla y hacerse cargo de la granja que se ubica en el lugar.
La curiosa convocatoria fue lanzada por la Agencia de Protección Costera de Francia (Conservatoire du Littoral) y divulgada por la BBC.
De acuerdo con la información, las autoridades ya cuentan con 20 candidatos que aplicaron para reemplazar a la pareja que desde el 2007 se encargaba de la isla llamada Quéménès .
El periodo de postulaciones ya expiró y los sucesores serán anunciados en las próximas semanas ya que deben mudarse a la isla en el año nuevo.
Durante 10 años David y Soizic Cuisnier se hicieron cargo del lugar, pero decidieron marcharse luego de varios desacuerdos con la Agencia sobre el monto de su alquiler.
Además, son padres de dos niños, Chloé (7 años) y Jules (5 años), por lo que consideran importante que los pequeños vivan cerca de un colegio.
La experiencia puede sonar muy romántica, pero las personas que habiten la isla deben ser capaces de autosustentarse.
Quéménès se encuentra ubicada cerca de la costa de Bretaña (norte de Francia). Fue adquirida por el Conservatoire luego que que sus primeros habitantes decidieran desocuparla.