Unas siete mujeres se autoproclamaron monjas y crearon una empresa que algunos llaman "Las hermanas de la hierva".
Este grupo facturó en 2016 $750.000 gracias a la venta de derivados medicinales de la marihuana, aunque aseguran que no reciben mayor beneficio del trabajo que realizan.
Christine Meeusen, quien se hace llamar la hermana Kate fundó "Las hermanas del Valle", una empresa que comercializa marihuana medicinal en el Valle Central de California.
Es una zona donde se produce la mayoría de las frutas y hortalizas que se consumen en Estados Unidos y el mismo donde ellas producen doce plantas de cannabis (máximo permitido por el Estado), lo que hizo fácil crear la compañía.
La empresa no busca promover el consumo ilegal, sino ser una fuente de trabajo para mujeres que deseen empoderarse y ser independiente en lo laboral.
Este grupo procesa y produce jabones, aceites y ungüentos. Se encargan de cultivar, procesar, embotellar y distribuir productos con base en un calendario lunar para "bendecir" los productos y para potenciar los efectos medicinales.