Internacionales

Game of Thronos cobra vida en Ucrania

Ucrania, que reconoció el combate medieval como deporte oficial en 2016, es el único país que lo hace hasta la fecha.

EscucharEscuchar

Como si se tratara de un capítulo de “Game of Thrones” cientos de guerreros con brillantes armaduras blanden sus espadas y sus hachas en un campo cerca de una fortaleza de madera, en un pueblo cerca de Kiev, antes de iniciar un combate.

Esta batalla tiene lugar en Ucrania, que celebra esta semana el campeonato mundial de combate medieval (el Buhurt), una disciplina que el país reconoce como un deporte oficial.

Estos guerreros y guerreras con cascos y armaduras metálicos se asestan golpes muy realistas con réplicas de armas de metal y de madera.

Veintinueve equipos internacionales, llegados principalmente de Reino Unido, China, Francia, Alemania y Australia, se enfrentaron en un campo de arena. Algunos de los competidores eligieron hacerlo a caballo, mientras que otros combatieron de pie.

Ucrania, que reconoció el combate medieval como deporte oficial en 2016, es el único país que lo hace hasta la fecha.

El campeonato organizado por la Federación Internacional de Combate Medieval reunió a los equipos durante cuatro días en un pequeño pueblo de Kopachiv, a un centenar de kilómetros de la capital Kiev.

Un parque de este pueblo, que alberga réplicas de los edificios de madera de la “Rus de Kiev”, un estado que existió entre los siglos V y VIII, fue el terreno perfecto para el combate, organizada por primera vez en Ucrania.

El año pasado, Escocia acogió la competición.

"La popularidad de este deporte aumenta, el número de competidores también", dijo la directora del parque, Natalia Koval.

“Es un muy buen deporte de combate y de amistad con sus compañeros de equipo, pero también con los adversarios”, dijo Christophe Barre, capitán del equipo francés.

"Se respeta al oponente, y se intenta todo para ganar respetando las reglas", afirma este joven barbudo, que cargó con armaduras de un peso de 20 kilos durante el combate.

El guerrero polaco Krzysztof Olczak afirma por su parte que llevó un equipamiento aún más pesado, de unos 27 kilos.

"Hay que tener una buena protección", explica.

La mayoría lleva cascos, así como armaduras de metal que les protegen los brazos y las piernas, y usan escudos para detener los golpes.

Las reglas de la disciplina no son muchas, pero los participantes no pueden recibir golpes en las partes del cuerpo desprotegidas, a saber en el cuello o los hombros.

Si un competidor cae al suelo después de haber sido alcanzado por su adversario, queda automáticamente descalificado.

Este año, el campeonato reunió a más de 1.000 participantes, tanto hombres como mujeres.

“Somos apasionados”, lanza el guerrero polaco. “Viajamos a través del mundo, vivimos esta afición”.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.