Vientos terribles, calles inundadas, postes y árboles caídos dejó el huracán Delta en la ciudad de Cancún (México), después de golpear este miércoles la costa caribeña mexicana, donde sin embargo no se reportan víctimas.
Gran parte de Cancún y los balnearios vecinos de Playa del Carmen y Cozumel permanecían sin electricidad luego de que el ciclón ingresara de madrugada en la península de Yucatán ya como categoría dos.
Delta había alcanzado la categoría cuatro, en una escala de cinco.
“No tenemos notificación (...) de algún deceso”, informó más temprano este miércoles Luis Alberto Ortega, coordinador de Protección Civil.
Los vientos agitaban enormes palmeras, muchas de las cuales terminaron en el suelo al igual que postes, tendidos eléctricos, señales de tránsito y avisos comerciales, observaron periodistas.
“Pegó recio (con mucha fuerza) el huracán”, dijo un guardia de seguridad en un lote de autos.
La intensidad de los vientos disminuía en la tarde y por momentos era acompañado de una lluvia ligera.
Con vientos de hasta 175 km/h, el ciclón entró por la península de Yucatán, cerca de la ciudad de Puerto Morelos, entre los balnearios turísticos de Cancún y Playa del Carmen, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami.
De acuerdo con el Centro, ya sobre el golfo de México la velocidad de los vientos había bajado hasta 155 km/h.
Se pronostica que en su avance rumbo a Estados Unidos, el huracán se fortalezca nuevamente y “pudiera convertirse en huracán intenso otra vez”, añade el NHC.
Delta es la vigesimosexta tormenta de esta temporada en el Atlántico, en la que se han batido varios récords, entre ellos que se agotó la lista de nombres previstos para los ciclones y los meteorólogos comenzaron a identificarlos con letrad del alfabeto griego.