EscucharPoco y nada habitual para el cirujano plástico que la paciente que llega decidida a un implante mamario lo haga con prótesis aportadas por ella.
“Me las regalaron”, fue la excusa de la mujer y esto abrió sospechas que se convirtieron en una pista judicial cuando pasó al profesional fotos de los envases con marca y lote de fabricación. Con esta acción, no hizo más que dejar al desnudo que ese par de prótesis era parte de las cuatro denunciadas como robadas de otro centro de salud privado de esta ciudad.
La investigación avanzó y permitió determinar que se trataba de la pareja de un empleado de limpieza de la Clínica del Niño y la Madre, donde en agosto pasado se detectó este faltante, situación que pronto se encaminó hacia una denuncia policial.
Con las pruebas logradas, se solicitó y autorizó el allanamiento del domicilio del sospechoso, que sin mayor resistencia reconoció el hecho y dejó las prótesis en manos del personal policial a cargo del operativo.
Las cuatro prótesis quedaron secuestradas y, al menos por el momento, no hay orden de aprehensión para el imputado, de 27 años, ni para su compañera, de 24, que afrontan cargos por hurto.
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El punto de partida se dio hace ocho meses, cuando se constató el faltante de cuatro de las 12 prótesis mamarias que estaban disponibles y acopiadas en un sector de depósito, cuyo valor unitario ronda los $1000 a 1200. El aviso lo dio uno de los cirujanos y puso a las autoridades de la clínica en alerta, además de abrir una investigación interna y dar intervención a la justicia.
El caso derivó a la Oficina de Determinación de Autores (ODA), que depende de la Fiscalía General de Mar del Plata. Tomó impulso durante el último mes, cuando se comenzaron a requerir algunos elementos de prueba y puntualmente cámaras de seguridad que permitían determinar con mayor precisión quiénes accedieron a ese depósito de quirófano de la Clínica del Niño y la Madre durante el período en el que se creía que se había cometido el robo.
Las sospechas sobre un empleado de ese establecimiento (luego despedido), que además tiene algunas causas penales en curso, sumó mayor fuerza cuando la pesquisa detectó que la mujer que pretendía operarse en la Clínica Pueyrredón y que aseguraba disponer de un juego de prótesis era su actual pareja.
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El médico al que ella había recurrido también había aportado la imagen con los números de serie, partida y demás datos identificatorios. Desde la ODA lograron determinar vía proveedor de esa marca que correspondían a las prótesis remitidas a la Clínica del Niño y la Madre y denunciadas como faltante.
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A los investigadores, según confiaron a LA NACION, les llamó la atención que el autor haya robado cuatro prótesis, por lo que consideran que el objetivo original no solo era que las pudiera utilizar su compañera de relación, sino que podría haber tenido la intención de vender el otro par.
