Durante generaciones se ha creído que el infierno es el hogar de Satanás, pero la Biblia muestra un panorama distinto al describirlo actuando en el mundo y relacionando su influencia con un lugar específico mencionado en el Apocalipsis.
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Un ser que actúa en la Tierra, no en un reino ardiente
Según las Escrituras, Satanás no aparece encerrado ni gobernando entre llamas eternas. Se le representa como un espíritu en movimiento, alguien que acecha y trata de desviar a la humanidad de los propósitos divinos. En el Nuevo Testamento se le llama príncipe de este mundo y padre de la mentira, términos que muestran el alcance de su acción en la vida diaria.
La Biblia lo presenta recorriendo la Tierra, tentando y observando. Una carta del apóstol Pedro advierte que anda como un león rugiente buscando a quién devorar. Su condena definitiva al lago de fuego no se describe como su realidad presente, sino como un destino futuro reservado para el fin de los tiempos.
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La ciudad que el Apocalipsis vincula con su trono
El libro del Apocalipsis menciona un lugar físico relacionado directamente con Satanás: Pérgamo, una antigua ciudad situada en lo que hoy es Turquía. Allí, el texto bíblico señala que estaría su trono y recuerda el martirio de Antipas, un cristiano que se negó a abandonar su fe.
En aquella época, Pérgamo era un centro de culto pagano que albergaba templos dedicados a diversas deidades. Entre sus estructuras destacaba el imponente altar de Zeus, símbolo del poder religioso que dominaba la región y que se oponía al mensaje cristiano emergente. Esta referencia permite entender por qué la Biblia vincula ese lugar con una sede terrenal del mal.
Teorías modernas que buscan otra ubicación
A lo largo del tiempo han surgido interpretaciones contemporáneas que intentan identificar dónde operaría Satanás en la actualidad. Algunas teorías señalan a Ginebra, en Suiza, sede de importantes instituciones globales como la ONU y la OMS. Desde estas posturas, ese poder internacional concentrado en un solo territorio sería parte de lo que denominan un Nuevo Orden Mundial.
No existen pruebas que respalden esta hipótesis ni forma alguna de relacionarla con la Biblia, pero demuestra cómo el misterio en torno al diablo y su posible ubicación sigue despertando curiosidad, temor y múltiples versiones sobre su influencia.
El verdadero sentido del infierno según la Biblia
Para las Escrituras, el infierno no sería la base de operaciones del mal, sino el destino final donde Satanás y sus seguidores serían destruidos. Hasta entonces, la pregunta sobre dónde actúa y dónde ejerce su poder continúa alimentando debates y nuevas interpretaciones.
Nota realizada con ayuda de IA



