En las afueras del centro de Roma se levanta una de las cuatro iglesias más importantes del mundo, que además es una de las más enigmáticas pues muchos creen que se esconde una profecía milenaria, un secreto que ha hecho correr ríos de tinta durante siglos: la llamada profecía del último Papa.
Se trata de la basílica de San Pablo Extramuros, que se construyó sobre la tumba del apóstol Pablo y que por siglos ha sido lugar de peregrinación y oración. Pero que, además de su hermosa arquitectura y su importancia espiritual, llama la atención por una curiosa serie de retratos que decoran la parte superior del templo: los retratos de todos los papas, desde san Pedro hasta Francisco.
Se les llama medallones (mosaicos circulares con los rostros de los pontífices) y el interés que despiertan es por una razón inquietante: hay espacio para pocos más. Por eso, según la creencia popular, cuando se llenen los espacios será el fin del papado y del mundo, será la llegada del Juicio Final.
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En Internet se encuentra mucha información errónea sobre este asunto, unos dicen que solo queda un espacio, otros dicen que son unos pocos y muchas otras versiones más. Por eso, como La Teja está en Roma por el Cónclave, fuimos a visitar la basílica mayor para ver realmente cuántos campos quedan, ”cuánto tiempo le queda al mundo”.
Es una belleza
El lugar, como lo dijimos, está apartado del centro de Roma y por eso es un sitio menos caótico, muy bonito porque incluso tiene un precioso parque alrededor.
Pero lo más bonito es al entrar, pues a mi gusto, es la iglesia más bonita de Roma. Al ingresar hay un jardín lindísimo rodeado de columnas, donde se levanta una enorme estatua de San Pablo con su espada y al fondo la fachada del templo que es hermosa.
Entramos por la Puerta Santa, pues recuerden que estamos en el jubileo, y manos a la obra, al alzar la cabeza empezamos a ver las caritas de 266 papas, que parecen miles pues la iglesia es grandota y hay medallones por casi todo el techo.
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Llegamos hasta el papa Francisco, pues obviamente León XIV aún no está. Y a la par del argentino hay solo un espacio, lo que seguro hizo la confusión de que solo quedaba un campo, pero no, justo al otro lado hay unos más y, luego de sacar el rato pues había muchos lugares donde buscar, vi que quedan 21 huequitos.
Entonces, si quitamos el de León XIV, al mundo aún le quedarían 20 papas más, según esa profecía. Por eso, tranquilos, nosotros no veremos el fin del mundo, al Juicio Final aún le faltan algunos años.
Para esta creencia, nuestro mundo acabará con el papa 287 de la historia, pues vamos por el 267.
Ha sufrido
La basílica de San Pablo Extramuros es una de las cuatro basílicas papales de Roma y la segunda más grande después de San Pedro. Se construyó sobre el lugar donde, según la tradición, fue enterrado el apóstol Pablo tras su martirio, ocurrido alrededor del año 67 d.C. bajo el emperador Nerón.
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El emperador Constantino, el mismo que “legalizó” el cristianismo en el siglo IV (entre el 300 y 400), ordenó la construcción de una primera iglesia en ese sitio. Luego, entre los siglos IV y V, el emperador Teodosio la amplió considerablemente, dándole una estructura monumental.
Durante siglos, la basílica fue centro de peregrinación, especialmente para quienes querían visitar las tumbas de los dos apóstoles principales: Pedro y Pablo.
La basílica sufrió múltiples daños a lo largo de la historia, pero el más devastador ocurrió en 1823, cuando un incendio accidental destruyó gran parte de la estructura. Gracias a la colaboración de fieles de todo el mundo y de varios países, fue reconstruida casi idéntica a la original. La nueva basílica fue consagrada en 1854 por el papa Pío IX.
Hoy, San Pablo Extramuros es un recordatorio de la permanencia de la fe a pesar de guerras, incendios, persecuciones y profecías.
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