A lo largo de la Costa Verde, que abarca las playas de Angra dos Reis, Para Ti, Itaguaí y Mangaratiba en el sur de Río de Janeiro, Brasil, miles de medusas gigantes causaron pánico entre los turistas que viajaron al país de la samba para disfrutar de unas vacaciones.
Esta especie, de un metro de diámetro, puede causar graves quemaduras, ardor al contacto con la piel y procesos alérgicos. Además, estos animales interrumpen el brete diario de los pescadores profesionales, pues quedan atrapadas en las redes de pesca.
"De acuerdo con la morfología de las aguas vivas vistas en las imágenes, es posible que estas presenten toxinas que pueden causar procesos alérgicos", según un comunicado de la Alcaldía de Mangaratiba.
Los animalitos invadieron la playa causando temor y sorpresa entre los lugareños, por lo que las autoridades alertaron a las personas para que no las usen como atractivo de selfi.
"Toda medusa supone algún riesgo, como ocurre con cualquier animal silvestre, por lo que se recomienda no tocarla, pero para que este riesgo ocurra la persona tiene que ser alérgica", agregaron las autoridades de Angra dos Reis.
El fin de semana sucedió algo parecido en Puerto Madryn, Argentina, donde miles de aguas vivas, como también se les conoce, causaron que se volviera a registrar un fenómeno que no aparecía desde el año 2000.