Internacionales

Miles de manifestantes contra el confinamiento en Alemania se tiran a la calle

Desde las primeras manifestaciones en Berlín, se vieron mensajes antijudíos, acusando a Rockefeller y Rothschild, por ejemplo, de haber “inventado el coronavirus”

EscucharEscuchar

Varios miles de personas, sobre todo pertenecientes a la extrema derecha y a la izquierda radical, se manifestaron este sábado en varias ciudades de Alemania contra las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus, un movimiento que preocupa a las autoridades.

En Stuttgart, el ayuntamiento autorizó la manifestación con la condición de que esta no congregará a más de 5.000 personas. Sin embargo, fueron muchas más las que acudieron a la cita, por lo que la policía tuvo que evacuar a parte de los manifestantes a calles aledañas, indicó en Twitter el cuerpo armado.

En Múnich, en el sur del país, ocurrió algo parecido. Un millar de manifestantes -el máximo autorizado- se concentraron en el parque en el que se suele celebrar el Festival de la Cerveza. Sin embargo, "numerosas personas se congregaron" en las inmediaciones sin respetar las distancias de seguridad, indicaron las fuerzas de seguridad.

Según la policía, los agentes "intervinieron contra quienes se negaban a irse".

“Leyes de excepción”

En total, se llevaron a cabo marchas en más de una decena de ciudades, y todas estuvieron estrechamente vigiladas por la policía a causa de las restricciones impuestas a las concentraciones.

En Fráncfort (oeste), se concentraron unos 1.500 manifestantes, mientras que una cifra similar de contramanifestantes también salieron a las calles al grito de "¡nazis fuera!".

También se celebraron marchas en Berlín, en Bremen (norte, 300 personas), en Núremberg (sur), Leipzig (este), todas ellas con una afluencia de varios centenares de manifestantes; y en Dortmund, en el oeste.

"Estamos aquí porque nos preocupamos por las libertades públicas", explicó en Dortmund Sabine, de 50 años.

“Escudándose en la lucha contra la pandemia, que ha bajado verdaderamente en Alemania y que está casi controlada aquí, en Dortmund, (se adoptan) leyes de excepción que eluden la Constitución”, denunció.

Este tipo de protestas se vienen convocando en Alemania desde principio de abril, y cada vez cuentan con más adeptos.

Los manifestantes (militantes extremistas, defensores de las libertades civiles, opositores a las vacunas e incluso antisemitas) protestan contra el uso de mascarillas o las restricciones a la circulación que siguen en vigor después del desconfinamiento. Algunos reivindican el derecho de contagiarse.

Eslóganes como "Somos el pueblo" o "¡Libertad, Libertad!" hacen referencia a las protestas que precedieron la caída del Muro de Berlín en 1989.

Algunas concentraciones estuvieron salpicadas de violencia. El 1 de mayo en Berlín, un equipo del canal ZDF fue atacado violentamente por una decena de simpatizantes de la extrema izquierda, según la policía. En Prina, Sajonia, un policía resultó herido.

Los manifestantes cuentan con el respaldo del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), que espera sacar partido de las protestas.

La canciller las calificó de "alarmantes", según dirigentes de su partido, y acusó a Rusia de estar detrás de operaciones de desinformación que las alimenta, según el diario Bild.

Antijudíos

Además de la violencia contra la policía y los periodistas, hay dos aspectos que preocupan a las autoridades.

Desde las primeras manifestaciones en Berlín, se vieron mensajes antijudíos, acusando a Rockefeller y Rothschild, por ejemplo, de haber "inventado el coronavirus" o comparando las mascarillas con la estrella amarilla.

Estas manifestaciones permiten "juntar a antisemitas, conspiradores y negacionistas", advierte Felix Klein, comisario del gobierno para la lucha contra el antisemitismo.

Para Klein, "no es sorprendente que las teorías antisemitas vuelvan a florecer en la crisis actual". "A los judíos se les culpó de las epidemias de peste, se les acusó de envenenar los pozos", recuerda en el diario Süddeutsche Zeitung.

El otro componente es el éxito de las teorías del complot con una frecuentación al alza de grupos conspiracionistas en Telegram o Youtube.

Las tesis antivacunas están en boga, al igual que los temores sobre el desarrollo de la 5G.

“Desgraciadamente asistimos a una radicalización a menudo rápida de estas personas (....) que no creen en ninguna información de fuentes oficiales y se sumergen rápidamente en comunidades en línea, perdiendo el contacto con la realidad”, explica a la AFP Miro Dittrich, especialista en este tema en la Fundación Amadeu-Antonio contra el racismo.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.