Trevor, el llamado “pato más solitario del mundo”, que vivía en la pequeña isla Niue, en el Pacífico, falleció este fin de semana y desató una ola de condolencias en redes sociales.

En la página de Facebook dedicada al animalito indicaron que “fue visto muerto en un arbusto después de ser atacado por perros”.

“Es un tiempo triste para Niue. Cautivó a la población, de mil seiscientos habitantes, y a los nueve mil turistas que nos visitan cada año”, dijo el jefe de la Cámara de Comercio de Niue, Rae Findlay, a la cadena ABC el domingo.

Trevor era una verdadera celebridad en esa sitio y se hizo famoso el año pasado durante una visita de periodistas de Nueva Zelanda a la isla. La razón es porque apareció de pronto en ese lugar, donde no existen estanques naturales ni un hábitat adecuado para un pato, por eso se cree que llegó con una tormenta desde Nueva Zelanda.

Después fue bautizado como el "pato más solitario del mundo". La isla de Niue, ubicada a unos 2.400 kilómetros al noreste de Nueva Zelanda, contiene uno de los arrecifes más grandes del mundo.

El nombre del pato hace referencia a Trevor Mallar, el portavoz de la Casa de Representantes de Nueva Zelanda. “La más profunda simpatía hacia el pueblo de Niue desde el Parlamento de Nueva Zelanda”, escribió Mallard en Facebook tras la muerte del famoso animal.

Eligió casa

Según la cadena BBC, en los primeros días después de su llegada, el pato no encontró ningún río o lago donde poder establecerse, por lo que decidió formar su nueva casa en una pequeña poza.

Los vecinos, junto con bomberos, respetaron esta decisión e iban seguido el pantano, preocupándose de abastecerlo con agua.

“Casi siempre volaba cerca de los visitantes de la isla y disfrutaba de las golosinas que estos le daban. Sus favoritas eran los guisantes, el maíz y la avena”, relató Findlay.

Hace unos meses, algunas autoridades pensaron llevar a la isla otro pato de su especie para que acompañara a Trevor, pero se llegó a la conclusión de que la poza en la que vivía solo alcanzaba para uno. Sin embargo, al poco tiempo de establecerse en su nuevo hogar lo vieron compartiendo largas horas junto con un gallo, un pollo y una weka (un pájaro nativo de Niue).

“Ahora el gallo, el pollo y la weka se veían desamparados, vagando por el charco, casi seco, sin su amigo Trevor. Por mi parte, después de manejar casi un año con una bolsa de avena en mi auto, extrañaré las paradas por la poza del pato. El animal capturó muchos corazones y lo extrañaremos”, finalizó Findlay.