El viernes 30 de mayo de 2025, un hombre anciano de la localidad de Pilsen, ubicada a 75 kilómetros al suroeste de Praga, en República Checa, se comunicó con el número de emergencia local para pedir ayuda, después de que no lograra despertar a su esposa.
El inesperado incidente fue dado a conocer este lunes a través del diario Právo, en el que explicaron que el servicio de socorro atendió a la situación de acuerdo a los protocolos que manejan, pero tras pensar que había muerto, decidieron dejar el caso en manos de una empresa forense privada.
Sin embargo, la profesional que recibió a la mujer, de 88 años, certificó el fallecimiento sin realizar una revisión detallada para determinar las causas de la muerte o el estado en el que se encontraba el organismo.
Posteriormente, la médico forense remitió el cuerpo a una funeraria, donde se encargaron de hacer la preparación final para que los familiares pudieran llevar a cabo las honras fúnebres.
Así se dieron cuenta de que seguía viva
Pero los empleados de la empresa que contrataron para la ceremonia, tras las honras fúnebres, se percataron de que esta, dentro del ataúd, había abierto los ojos y sin pronunciar ni una sola palabra.
De inmediatos los trabajadores la trasladaron al hospital más cercano para que un especialista pudiera practicarle algunos análisis y determinar las razones por las que los forenses la habían dado por muerta días atrás.
Luego de obtener los resultados de los exámenes, los médicos de la clínica explicaron que la ciudadana estuvo con vida durante todo el proceso de las honras fúnebres y que su ausencia era producto de algunas enfermedades relacionadas con su avanzada edad.
LEA MÁS: Donald Trump prohíbe la entrada a personas de los siguientes 12 países
Tan pronto como se dio a conocer la noticia, la compañía forense que atendió el caso, decidió despedir a la empleada que recibió el cuerpo de la mujer por los procesos legales que se iniciaron en su contra.
Por su parte, las autoridades checas abrieron una investigación por negligencia profesional, para determinar si la persona se encargó o no de realizar las evaluaciones pertinentes referentes al estado de la señora.
De acuerdo con la información suministrada por el portavoz policial a los medios locales, en caso de que la funcionaria sea encontrada culpable, tendrá que asumir una pena de hasta tres años de prisión por los actos cometidos.