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Nápoles, el paraíso de la pizza, celebra con fiestas el reconocimiento de Unesco

Delicioso platillo italiano fue declarado patrimonio de la humanidad

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Nápoles, paraíso de la pizza, celebró este jueves con fiestas, carmaval y tajadas, el reconocimiento como patrimonio de la humanidad de ese delicioso plato italiano que ha deleitado a generaciones enteras en todo el mundo.

“Después de 250 años, íla pizza es patrimonio de la UNESCO! íFelicidades Nápoles!”, celebró emocionado el pizzaiolo Enzo Coccia, mientras una multitud de personas gritaban frente a la célebre pizzería Sorbillo.

“Para nosotros es como ganar la Copa del Mundo”, confesó Gennaro Gattimolo, un fabricante de pizzas de 57 años con delantal y manos cubiertas de harina mientras repartía porciones gratis a todo el mundo.

La decisión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura de reconocer el arte de los “pizzaioli” como “patrimonio inmaterial” es considerada un homenaje a la cultura napolitana, a su saber combinar historia, música y talento.

Los discos de esa masa harinosa volaban por los aires en varios puntos de Nápoles mientras un grupo de los galardonados “pizzaioli” demostraban la propia destreza para manejarla en forma espectacular.

La histórica pizzería Brandi, en una esquina de la muy popular Via Chaia, reconocida por haber creado la pizza con tomate, mozzarella y albahaca para la reina Margarita de Saboya, también celebraba la jornada histórica ofreciendo pizzas gratis recién salidas del horno.

Pese a que era aún temprano cuando la noticia fue divulgada, familias enteras y jóvenes estudiantes se detenían para saborear porciones frescas de pizza, de las que goteaba la mozzarella derretida.

“Estoy realmente feliz. En lugar de que nos conozcan por la Camorra (la mafia napolitana), nos premian por algo positivo! íPor algo delicioso!”, clamó Rita Rollen, una jubilada que madrugó para participar en la euforia colectiva.

En medio del bullicio típico de la capital del sur de Italia, un hombre festejaba cantando con la guitarra una vieja canción napolitana.

Con esa fiesta espontánea, los napolitanos confirmaban que el arte practicado por unos 3.000 ‘pizzaioli’ sigue desempeñando “un rol esencial en la vida social y en la transmisión entre generaciones”, tal como reconoce la Unesco.

“A lo largo de los siglos, el arte napolitano de hacer pizzas se ha basado en ingredientes claves: agua, harina, sal y levadura, todos excelentes productos que provienen del campo de Campania”, explicó Coccia.


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