París le declara la guerra a los scooters eléctricos

París, Francia, está tomando medidas para restringir el tránsito de scooter eléctricos, luego de un año de caos vial debido al rápido nacimiento de empresas fabricantes que las gestionan.

La capital francesa tiene 12 entidades autorizadas para operar estos scooter, más que todo Estados Unidos, según un estudio difundido el jueves. Hay más de 20.000 de esos vehículos.

Es común verlos rotos desechadas sobre los célebres jardines de la ciudad o incluso arrojadas desde puentes hacia el río Sena. En las aceras abundan los enfrentamientos entre peatones irritados y los conductores de scooters.

La alcaldesa Anne Hidalgo dice que hay un vacío legal en cuanto a esos artefactos rodantes. Tras numerosos choques, la alcaldesa quiere imponer un límite de velocidad de 20 kilómetros por hora en la mayoría de las zonas y de 8 kilómetros por hora en áreas peatonales, además de prohibir su estacionamiento a excepción de zonas designadas específicamente.

Aparte, la alcaldesa busca reducir a tres el número de firmas autorizadas e imponer también un tope a la cantidad de esos vehículos en uso.

París ha impuesto multas de 135 euros (unos 89 mil colones) por manejar scooters en las aceras y de 35 euros (unos 23 mil colones) por estacionarlas obstruyendo el tránsito.

Para algunas personas, sin embargo, la búsqueda de límites está llegando demasiado tarde.

Isabelle Vanbrabant, una pianista que trabaja para la Ópera de París, sufrió varias fracturas cuando alguien en un scooter la atropelló el mes pasado en una plaza cerca Les Halles. La pianista cayó sobre su brazo derecho y sufrió varias fracturas.

Aproximadamente una tercera parte de los conductores de estos vehículos en París son turistas extranjeros.