Un sacerdote católico en Puerto Rico fue suspendido por orden del arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves, tras alegaciones de que habría cancelado una misa debido a una supuesta “indisposición” relacionada con el consumo de alcohol.
Según el medio, Un nuevo día, Nieves lo dio a conocer por medio de una carta escrita y firmada el pasado 21 de junio a los fieles de la parroquia Stella Maris, en el sector de Condado en San Juan, dirigida al padre José Vázquez Colón, más conocido como Padre Tito.
La situación se dio a conocer por el sacerdote César Santos, quien por medio de otra carta le dejó saber sobre lo de Vázquez Colón.
Roberto González Nieves, explicó que, debido a la naturaleza sensible del contenido, inicialmente la carta recibida debía mantenerse en confidencialidad.
No obstante, el arzobispo reconoció que el documento llegó a manos de varios miembros de la comunidad, por lo que dejó de ser una comunicación privada entre un sacerdote y su obispo. En dicha carta, el sacerdote César Santos le expuso una serie de situaciones preocupantes ocurridas en la parroquia, relacionadas con la salud del párroco Tito Vázquez Colón. Entre los incidentes, se señaló la cancelación de una misa reciente debido a una presunta indisposición del padre ocasionada por el consumo de alcohol.
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González Nieves recalcó que el padre Santos actuó correctamente al compartir sus inquietudes, guiado únicamente por el deseo de procurar el bienestar de su compañero sacerdote y el de la Iglesia. Aclaró también que en ningún momento su intención fue generar rumores o malentendidos.
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El arzobispo explicó que, desde hace varios años, ha conversado con el padre Tito sobre su lucha contra el alcohol, manteniendo la esperanza de una mejoría. En su momento, le propuso internarse en un centro de tratamiento especializado para sacerdotes con adicciones; sin embargo, el párroco optó por seguir un programa terapéutico individual con un psicólogo en Puerto Rico. González Nieves respetó esa decisión y le autorizó continuar con dicho plan.
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Lamentablemente, han transcurrido dos años sin evidencias claras de recuperación. Por ello, el arzobispo hizo un llamado a los feligreses para que acompañen y respalden al padre Tito en su proceso de sanación, con la esperanza de que pueda retomar su labor pastoral con renovada fuerza.