Las autoridades de California declararon una alerta que nunca antes había sido declarada: la morada.
Ken Pimlott, director del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios, aseguró a los medios de comunicación que había sido necesario hacerlo porque California sufre los efectos de unos terribles incendios forestales, avivados por ráfagas de viento de hasta 128 kilómetros por hora.
La situación se presenta crítica el fin de semana según una proyección del Servicio Nacional Meteorológico de EE.UU. que alerta sobre la continuación de vientos moderados a fuertes sobre la mayoría de los condados de Los Ángeles y Ventura por lo menos hasta este sábado. La terrible situación ya obligó a la evacuación de casi 300.000 personas.
Los vientos huracanados en un clima seco y caliente son una combinación perfecta para potenciar los incendios que este jueves se reproducían sin dar tregua a los bomberos.
Nuevos incendios en los condados de San Diego y Riverside, en la costa oeste de Estados Unidos, se extendían rápidamente, mientras un pequeño foco en la localidad de Malibú, en las inmediaciones de Los Ángeles, pudo ser apagado.
Los bomberos ya predecían “condiciones extremas” este jueves con los vientos de Santa Ana, cuya escala se mide por colores, que rozaban por primera vez en el máximo púrpura: casi 130 km/h, lo que que equivale a un huracán categoría 1.
El incendio de San Diego, bautizado Lilac Fire, arrasó en pocas horas más de 1.200 hectáreas, dejando dos heridos y 20 edificios con daños.
El gobernador de California, Jerry Brown, declaró estado de emergencia en la zona.
Un vecino en Murrieta, la ciudad más afectada de la zona, dijo que escuchó la explosión de tanques de gas propano cuando las llamas alcanzaron casas de esta área rural enterrada en un desierto de California.
El mayor incendio de esta nueva temporada es Thomas, en el condado de Ventura, a una hora de Los Ángeles, que arrasó más de 46.000 hectáreas. Lo combaten con 2.500 funcionarios, 12 helicópteros y 471 camiones.
Thomas se extiende unos 16 km entre Santa Paula y el océano Pacífico y ha obligado la evacuación de más de 80.000 personas.
“Hasta que los vientos no paren, no es mucho lo que podemos hacer”, dijo el jefe de los bomberos de Ventura, Mark Lorenzen. “Esta es una batalla que vamos a estar peleando probablemente por un par de semanas”.
Un cuerpo sin vida fue encontrado en el área del desastre, al tiempo que más de 400 inmuebles quedaron hechos cenizas.
Los incendios amenazan con extenderse hacia otras ciudades, como Carpintería, en el condado de Santa Bárbara, donde ya se ordenaron evacuaciones.
La agencia espacial estadounidense NASA publicó fotos tomadas desde el espacio de las columnas de humo.