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Trece, el número más esperado

Conmovedor video de equipo de fútbol infantil atrapado en cueva

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Bangkok, Tailandia

AFP

-Con aspecto demacrado y hambriento, los 12 niños atrapados en una cueva de Tailandia desde hace más de nueve días quedan cegados por la luz de la linterna del rescatista que los encuentra en las oscuras entrañas de la gruta inundada, como muestra un video ya visto millones de veces en internet.

En la grabación, los 12 chicos de un equipo de fútbol, de entre 11 y 16 años, y su entrenador, de 25, atrapados desde el 23 de junio, conversan brevemente con el buceador británico que por fin dio con ellos la noche del lunes. Sin embargo, su salida de la cueva es todo un reto.

El intercambio de palabras comienza con un conmovedor concierto de “gracias” en inglés por parte de los niños, cuando ven aparecer a los soccoristas de entre las turbias aguas de la cueva Tham Luang, en el norte de Tailandia.

”¿Cuántos son?”, pregunta el socorrista británico con voz fuerte mientras su linterna se pasea por la embarrada pendiente en la que se refugió el grupo.

“Trece”, responde en inglés uno de los pequeños.

”¿Trece? ¡Genial!”, replica el buceador.

El foco ilumina a los niños uno a uno, como si el buceador los contara.

Algunos de los “Jabalíes Salvajes”, como se llama su equipo de fútbol, cubren sus piernas con su camiseta roja para intentar resguardarse del frío. Da la sensación de que están aturdidos, pero quienes hablan parecen lúcidos, a pesar de las largas jornadas pasadas sin comer.

El video fue publicado la madrugada del martes en la página oficial de Facebook de la marina tailandesa, y ya se reprodujo 14 millones de veces.

La conversación continúa con murmullos en tailandés interrumpidos por las palabras de ánimo del buceador.

Uno de los chicos pregunta en un inglés dubitativo si van a salir.

“No, hoy no [...] Somos dos, hay que bucear [...] Hay mucha gente en camino, mucha, mucha gente, nosotros somos los primeros”, explica.

El buceador levanta la mano para decirles que llevan 10 días bajo tierra y añade: “Son muy fuertes”.

Después les da una linterna. La cámara se tambalea y el sonido desaparece antes de que el video se estabilice de nuevo. “Estoy muy feliz”, dice entonces uno de los adolescentes.

“Nosotros también estamos felices”, responde el socorrista.

“Muchas gracias”, responden los niños.

A la espera de que los niños vuelvan a ver la luz del día, las redes sociales se llenaron de expresiones de alegría de los tailandeses. “Estoy casi llorando, son realmente valientes y resistentes”, dicen los comentarios de los internautas tailandeses en la página de Facebook de la marina.

Ángeles británicos

Dos de los tres buzos voluntarios británicos que ayudaron a encontrar al equipo tienen un historial de rescates difíciles en todo el mundo.

Rick Stanton y John Volanthen, que trabajan como bombero e ingeniero informático respectivamente, recorrieron un largo y sinuoso camino a través de cavernas inundadas para encontrar a los niños.

“Los buzos británicos Rick y John estuvieron en la punta de lanza” del grupo de búsqueda, dijo Bill Whitehouse, del Consejo de rescate de cuevas británicas.

“Lograron bucear en la última sección y entrar en la cámara donde los desaparecidos estaban en una saliente sobre el agua”, añadió.

Whitehouse, que ha hablado brevemente con el equipo, que incluía a un tercer británico, Robert Harper, así como otros expertos internacionales y tailandeses, describió las dificultades de la búsqueda.

“Buceaban aguas arriba en el sistema de cuevas, por lo que tuvieron que nadar contracorriente o agarrándose a las paredes”, explicó.

“Me parece que la zona de buceo fue de aproximadamente 1,5 km, la mitad de ellos completamente inundados”, dijo, añadiendo que el tiempo de inmersión fue de unas tres horas.

Stanton, un bombero de Coventry en el centro de Inglaterra, y Volanthen, un ingeniero informático de Bristol, en el suroeste del país, no son novatos en inmersiones difíciles.

Stanton, que tiene unos 50 y pico años, explicó en el 2012 que su mayor logro había sido rescatar a seis soldados británicos atrapados en cuevas en México.

Él y Volanthen también ayudaron en el 2010 a encontrar a Eric Establie, un experimentado espeolólogo francés que quedó atrapado bajo tierra en la región de Ardèche, en el sur de Francia.

Lamentablemente, Establie murió.

“Todas las misiones de rescate en cuevas son bastante impactantes, pero la más desafiante fue la de Francia”, dijo Stanton , con ocasión de ser condecorado por la reina Isabel II.

Angustia por delicada evacuación

Los 12 niños y su entrenador de fútbol tienen que ir recuperando fuerzas antes de iniciar una delicada evacuación bajo el agua.

“Nuestra misión de búsqueda fue coronada con éxito, pero todavía nos queda sacarlos de ahí”, declaró el gobernador de la provincia de Chiang Rai, Rarongsak Osottanakorn, jefe de la célula de socorro, satisfecho por haber logrado esta “misión imposible”.

“Es inimaginable. Hace 10 días que esperaba esto. No me imaginaba que este día fuera a llegar”, reaccionó el padre de uno de los niños desaparecidos.

Este martes está prevista la instalación de una línea directa, de varios kilómetros de largo, en la galería principal de la cueva con el fin de que los niños puedan comunicarse con el mundo exterior, especialmente con sus padres.

No obstante, las posibilidades de que puedan salir este martes son escasas. El nivel actual del agua implica un recorrido submarino que un buzo experimentado haría en seis horas, precisaron los socorristas.

Los niños, de entre 11 y 16 años, fueron hallados el lunes por la noche junto a su entrenador, de 25 años, a más de 4 km en el interior de la cueva.

Un grupo de médicos llegó a donde están los niños para evaluar su capacidad para bucear, a partir de este martes o dentro de unos días, dependiendo de sus fuerzas. Se llevaron equipos de buceo al interior de la cueva, víveres y medicamentos. “Hay que entrenarlos [...] Veamos de qué son capaces”, declaró el gobernador.

Nopparat Kantawong, el entrenador principal del club de fútbol de los niños, afirmó estar convencido de que el hecho de que los niños practicaran un deporte de equipo jugó un papel esencial en su supervivencia.

“Estoy tan feliz. Les enseñamos a quererse los unos a los otros, como un equipo”, declaró a la televisión nacional.

A eso se añade el hecho de que “el fútbol es un deporte de luchadores”, recalcó el entrenador, que esperará a los niños delante de la cueva, como muchos familiares.

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