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Twitter en el ojo del huracán desde que está en manos de Elon Musk

La red del pajarito ha pasado por un sube y baja desde que Musk la adquirió

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(FILES) In this file photo taken on October 28, 2022, the Twitter logo is seen on the exterior of Twitter headquarters in San Francisco, California. - An organized trolling campaign tweeting slurs tens of thousands of times tested Twitter's moderation policies after the platform was taken over by billionaire Elon Musk, its safety chief said October 29, 2022, adding that the rules "haven't changed." (Photo by Constanza HEVIA / AFP) (CONSTANZA HEVIA/AFP)

El anuncio de Elon Musk sobre su intención de dejar la dirección de Twitter es la última sacudida en la red social desde que el magnate la compró a finales de octubre.

El 27 de octubre de 2022, Elon Musk anuncia la compra de Twitter por 44.000 millones de dólares. “El pájaro es libre”, tuitea, en alusión al logo de la red.

“Twitter está ahora en buenas manos”, se congratula el expresidente estadounidense Donald Trump, prohibido en la plataforma tras el asalto al Capitolio a principios de 2021.

Varias asociaciones, en cambio, temen que su llegada dé rienda suelta a la desinformación y a los discursos de odio.

La Unión Europea (UE) advierte inmediatamente que Twitter tendrá que respetar su nueva reglamentación sobre el sector digital, que obliga a las grandes plataformas a regular sus contenidos.

Al día siguiente de la adquisición, General Motors deja temporalmente de pagar anuncios en Twitter, convirtiéndose en el primer gran anunciante en poner en cuestión su presencia en la red, cuyos ingresos provienen en un 90% de la publicidad.

Le siguen otras empresas, como los gigantes estadounidenses General Mills (Cheerios y Häagen-Dazs) y Mondelez international (galletas Oreo).

El 1 de noviembre, Musk anuncia el lanzamiento de un sistema de suscripción de ocho euros mensuales para los usuarios que quieran hacer verificar su cuenta y estar menos expuestos a la publicidad.

Hasta ahora, la verificación de la cuenta y la famosa marca azul que lo demuestra era gratuita y sólo era accesible para algunos perfiles, como gobiernos, empresas, prensa, personalidades políticas, culturales o deportivas, etc.

El 4, Twitter inicia una serie de despidos, que alcanza a alrededor del 50% de sus 7.500 empleados en el mundo, una medida necesaria porque “la empresa pierde más de cuatro millones de dólares al día”, según Musk.

El 9, una gran polémica rodea el lanzamiento en los iPhone del nuevo Twitter Blue, la suscripción de pago para verificar una cuenta.

Durante 48 horas, varias cuenta se hacen pasar por perfiles de famosos o empresas. Twitter suspende el dispositivo el 11.

El 10, el regulador estadounidense sobre la competencia (FTC) emite un aviso y dice que los últimos avances de Twitter suscitan “mucha preocupación”.

El organismo recuerda que Twitter puede ser castigado con grandes multas en caso de infringir las reglas sobre la seguridad y la confidencialidad de los datos.

El 16, el magnate plantea un ultimátum a sus empleados: trabajar “duro, sin condiciones” o salir por la puerta.

Según varios medios estadounidenses, cientos de trabajadores deciden irse de la empresa.

El 19, tras un sondeo entre los usuarios, Musk decide levantar la suspensión de la cuenta de Trump.

También anuncia la reapertura masiva de cuentas prohibidas --siempre que no hayan infringido la ley-- y el fin de la lucha contra la desinformación sobre el covid.

El 2 de diciembre, Twitter suspende la cuenta del rapero estadounidense Kanye West por “incitación a la violencia”.

El 15 de diciembre, la plataforma suspende las cuentas de varios periodistas que cubren la red social y a su nuevo dueño. La UE amenaza con imponer “sanciones”.

Dos días después, varias de estas cuentas son restablecidas.

El 19, en un sondeo lanzado por el propio Musk, 57,5% de los participantes votan para que el magnate deje la dirección de la red.

El 20 de diciembre Musk anuncia que se retirará “tan pronto encuentre a alguien tan tonto” para que le suceda.

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