Un bebé fue herido por una bala perdida en una escuela de un barrio acomodado de Río de Janeiro, convirtiéndose en el niño número 15 en ser alcanzado por un disparo de arma de fuego este año.
El menor, de seis meses, fue herido en el hombro mientras estaba en brazos de su madre en el patio de la escuela São Vicente de Paulo, en Cosme Velho, un barrio del rico sur de la ciudad, cercano a una favela.
El colegio “fue abruptamente incluido en el mapa de la violencia que devasta a Río, al ocurrir en sus dependencias una situación de bala perdida, que alcanzó a un bebé en brazos de su madre, quien esperaba que su otro hijo terminara una actividad deportiva”, lamentó el centro en una nota.
El pequeño, aparentemente fuera de peligro, será sometido este martes a una operación para retirarle la bala del hombro izquierdo.
Ya son 15 niños los alcanzados por balas perdidas en el área metropolitana de Río en lo que va de 2018, de acuerdo con la organización Fogo Cruzado, que monitorea en vivo los tiroteos en la ciudad.
Cuatro de ellos fallecieron, entre ellos una niña de tres años que murió en el carro de sus padres en febrero. Otra chica, de 11 años, fue alcanzada por una bala mientras estaba en la escuela y varios niños fueron heridos por el fuego cruzado durante enfrentamientos entre policías y traficantes.
Fogo Cruzado asegura que cerca de la mitad de las escuelas de Río tuvieron al menos un tiroteo o disparo en un radio de 300 metros entre febrero de 2017 y febrero de 2018.
Desde el fin de los Juegos Olímpicos de 2016, la seguridad de Río se ha ido deteriorando en un estado al borde de la bancarrota estatal y plagado de escándalos de corrupción.
El presidente brasileño Michel Temer decretó en febrero la intervención militar del área de seguridad de esa ciudad.
Pero los analistas aseguran que no hay pruebas de que la situación haya mejorado desde entonces y las empobrecidas favelas siguen bajo control de bandas de traficantes y barrios enteros bajo control de milicias policiales.