Un religioso nigeriano confundió gasolina con agua bendita durante una ceremonia de sanación en una iglesia en Lagos, Nigeria, y provocó la muerte de un feligrés y una enorme explosión.
“El pastor tomó un bidón lleno de gasolina pensando que era agua”, explicó Ibrahim Farinloye, portavoz de los servicios de urgencias de esa localidad africana.
"Cuando estaba vertiendo el líquido sobre el hombre, una vela que estaba justo al lado prendió fuego y las llamas los envolvieron rápidamente", agregó.
El feligrés murió en el lugar y el pastor sufrió graves heridas.
El fuego se extendió hasta un gasoducto cercano que explotó, lo que provocó un incendio importante y una enorme nube negra tóxica que era visible desde buena parte de la ciudad de Lagos, según versiones de testigos.