Con tan solo un año y medio de edad una perrita labrador llamada Lulu experimentó una crisis existencial que la dejó sin trabajo en la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
La peludita era parte del programa de entrenamiento canino para la detección de explosivos en la CIA hasta que fue dada de baja porque no sentía el llamado vocacional.
"Lulu ya no estaba interesada en buscar explosivos. Incluso cuando podían motivarla con comida y jugar para buscar, claramente ella ya no lo estaba disfrutando", escribió la agencia en su sitio web.
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Esta peludita era parte de la primera generación únicamente compuesta por hembras. Lulu logró sobresalir entre su clase a pesar de ser la más pequeña. La CIA la describe como tonta y juguetona, con una dulzura relajada, además de ser extremadamente sensible a su entorno y lo que se le pide.
La buena noticia para esta perrita es que ya tiene un hogar que le permitirá tener una vida feliz como civil. Lulu fue adoptada por su entrenador y ahora disfruta sus días comiendo, jugando con los hijos de su nuevo dueño y olfateando conejos y ardillas en el patio.