A la pequeña isla Hart se le llama la fosa común más grande de Estados Unidos.
Se la conoce también como “la isla de los muertos” o “la cárcel de los muertos” de Nueva York.
Los nombres son muy apropiados porque en este misterioso pedazo de tierra desde el cual se ven cercanos los rascacielos de Manhattan, se ha dado sepultura a más de un millón de personas en los últimos 160 años.
Ahora es el turno de víctimas del coronavirus cuyos cuerpos no han sido reclamados . Esos cuerpos están siendo enterrados en fosas comunes de la isla por jornaleros contratados especialmente para la tarea.
La isla Hart, en el Bronx, es uno de los mayores cementerios públicos de todo Estados Unidos.
Es además un sitio al que los años han ido rodeando de mucho misterio. Para eso ha ayudado bastante que antes de funcionar como cementerio fue la sede de una institución psiquiátrica y otras instituciones médicas, un centro para jóvenes delincuentes y una prisión.
Desde hace 150 años las autoridades del estado de Nueva York utilizan la isla para enterrar en sus fosas comunes cadáveres no reclamados, no identificados o de neoyorquinos que no pueden pagar un entierro privado.
Más de 1500 cuerpos son enterrados allí en tiempos normales.
El sitio no estaba abierto a visitas del público, pero en años recientes algunos familiares habían sido autorizados a hacerlo en fechas designadas.
“Seguiremos utilizando la isla de esa manera durante esta crisis y es probable que las personas que han muerto de COVID-19 que encajen en esta descripción sean enterradas en la isla en los días venideros”, dijo un portavoz del gobierno municipal.
El diario The New York Times informó que desde que comenzó la pandemia del coronavirus el mes pasado, la cifra de personas enterradas en Hart Island pasó de 25 por semana a 25 por día.
Y probablemente eso siga igual durante algún tiempo más.
El estado de Nueva York registró 778 muertes por el nuevo coronavirus en las últimas 24 horas, por encima de las 671 del día anterior, pero los nuevos ingresos a hospitales se redujeron, dijo el martes el gobernador Andrew Cuomo.
El aumento de las muertes en un día elevó a 10.834 el número total de fallecidos en este estado, epicentro de la covid-19 en Estados Unidos, dijo Cuomo.
Más de 23.700 personas han fallecido de covid-19 en el país, según el conteo constantemente actualizado de la Universidad Johns Hopkins.
Cuomo anunció el lunes que está trabajando en un plan para reabrir Nueva York de manera gradual, tras un cierre de varias semanas, y aseguró que lo peor de la pandemia “ya pasó”.
La isla Hart, de 1,6 km de largo, tiene una larga historia como cementerio.
Empezó a ser usada con ese fin para sepultar a personas pobres e indigentes en 1869, cuando la ciudad la compró a un particular (se dice que fue comprada a indígenas nativos que aún vivían entonces en el área).
Unos 1.200 entierros tienen lugar cada año en la isla. Los muertos son enterrados en ataúdes de pino. No hay lápidas, pero piedras blancas indican las fosas donde fueron colocados los ataúdes.
En general los entierros son realizados por presos de la cercana isla Rikers, una de las cárceles más famosas del país, pero no lo están haciendo durante la pandemia de coronavirus.
"Estamos usando trabajadores contratados", dijo el portavoz.
Fetos y víctimas de sida también han sido enterrados en Hart Island a lo largo de los años.
A fines del año pasado, el concejo municipal de Nueva York votó para que la isla Hart ya no sea controlada por el departamento de prisiones y pase a depender del departamento de parques. También prometió abrirla al público.
La isla ha sido utilizada a lo largo de la historia como campo de prisioneros para soldados confederados de la Guerra Civil estadounidense, como sanatorio y hasta como base de misiles durante la Guerra Fría.