Una fiesta de cumpleaños de una niña en Argentina tuvo un peligroso y ardiente desenlace.
Los familiares de la menor celebraban los 11 años de la pequeña con el tradicional queque, mientras le cantaban 'Cumpleaños feliz'.
El pastel no tenía encima las tradicionales candelas, por lo que la niña no pudo apagarlas pese a intentarlo varias veces.
Una vez que terminó la canción, los invitados comenzaron a aplaudir y a disparar serpentinas contra la niña.
Esto resultó ser una muy mala idea porque el producto es inflamable y, al pasar sobre las bengalas en el queque, terminaron cubriendo en una bola de fuego la cara y el pelo de la menor, mientras los familiares intentaban apagar las llamas entre gritos y rostros de preocupación.