Este 2022 se confirmó como el peor de la historia en cuanto a ataques en el ciberespacio y lamentablemente Costa Rica puede dar fe de eso.

De acuerdo a los sistemas de Kaspersky (ciberseguridad y privacidad digital) se detectaron aproximadamente 122 millones de archivos maliciosos (ataques de ciberdelincuentes, también conocidos como archivos para hackear información) este año, seis millones más que el año pasado.

Además descubrieron un promedio de 400.000 nuevos archivos maliciosos diariamente.

Esa cifra representa un aumento anual del 5% en comparación, a los 380.000 de estos archivos que se detectaron por día en el 2021.

La cantidad de ciertos tipos de amenazas también aumentó: por ejemplo, se descubrió un aumento del 181% en la cantidad de ransomware (virus que bloquea los datos de la computadora de una víctima y amenaza con mantenerlo bloqueado) diariamente, en comparación con el año 2021, alcanzando así los 9.500 archivos cifrados (archivos con software pirata que sirve para robar información) por día.

Estas preocupantes cifras son parte del Kaspersky Security Bulletin (KSB), una serie anual de predicciones e informes analíticos sobre cambios clave en el mundo de la ciberseguridad.

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En carne propia

Nuestro país lo vivió en carne propia este 2022, ya que el pasado domingo 17 de abril se destapó un ciberataque terrorista a instituciones del Gobierno, más de 30, incluidos los ministerios de Trabajo, Hacienda y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Los ataques se los atribuyó el grupo criminal ruso Conti.

El daño que provocó Conti fue grande y para librarse de las peticiones millonarias de los ciberdelincuentes, el país necesitó ayuda especializada de Estados Unidos, Israel, España y de Microsoft.

Eso no fue todo para Tiquicia, el pasado 31 de mayo, en horas de la madrugada, Hive Ransomware Group, atacó la CCSS y obligó a apagar todos los sistemas, incluidos el Expediente Digital Único en Salud (EDUS) y el Sistema Centralizado de Recaudación (SICERE).

Gran responsabilidad

“Las organizaciones tanto públicas como privadas deben hacer lo posible para estar preparados ante nuevos ataques, ya que al ser los encargados de la información de sus clientes y datos de sus entidades, significa una gran responsabilidad: el resguardo y custodia de esa información. Por otro lado, un ataque sin la debida defensa puede afectar la continuidad de los servicios que prestan y esto puede generar pérdidas económicas y hasta humanas.

“Al mismo tiempo es necesario que tomemos control de nuestra cultura digital, que seamos conscientes de la información que compartimos, de las aplicaciones que instalamos y damos uso, de los permisos que damos a esas aplicaciones, ya que podemos estar dando control a otros de nuestra información personal y poniéndonos a nosotros mismos en un estado de vulnerabilidad.

“Podemos ser afectados por consecuencias como las conocidas estafas bancarias, pero también podemos exponer nuestras oficinas, viviendas y familias”, comentó sobre los ataque el Colegio de Profesionales en Informática y Computación de Costa Rica (CPIC).

Windows, el más atacado

La investigación de Kaspersky también descubrió un crecimiento del 142% en los niveles de Downloaders (Descargadores), programas maliciosos que instalan en las computadoras, servidores, tabletas, celulaes, infectando con nuevas versiones de malware o aplicaciones no deseadas.

Además informaron que Windows continuó siendo el objetivo principal de los ataques entre todas las plataformas donde intentaron atacar los ciberterroristas.

En 2022 se descubrieron un promedio de casi 320.00 archivos maliciosos que atacaron dispositivos Windows.

De todos los archivos maliciosos que se propagaron, el 85% de ellos estaba dirigido a Windows. Sin embargo, Windows no es la única plataforma preferida por los atacantes. También se identificó que la cantidad de archivos maliciosos en formatos de Microsoft Office distribuidos diariamente se duplicó (con un 236% de crecimiento).

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Android no se escapó

En este 2022 también se identificó un aumento del 10% en los niveles de archivos maliciosos dirigidos cada día a la plataforma Android. Por tanto, además de los archivos de Windows y Office, los usuarios de Android se han convertido en uno de los objetivos favoritos de los estafadores. Las campañas de Harly y Triada Trojan, que emboscaron a miles de usuarios de Android en todo el mundo este año, son excelentes ejemplos de esta tendencia.

“Teniendo en cuenta la rapidez con la que la realidad de las amenazas está ampliando sus límites y la cantidad de nuevos dispositivos que aparecen en la vida diaria de los usuarios, es muy posible que el próximo año no detectemos 400.000 archivos maliciosos por día, ¡sino medio millón!”, advierte Kaspersky.