Cerca de 21.930 estudiantes de 123 escuelas y colegios públicos de todo el país se quedaron con la pancita vacía por culpa de la huelga.

La cifra fue confirmada por el Ministerio de Educación Pública (MEP) este martes.

Para que tenga una idea, con esa cantidad de niños y jóvenes se puede llenar el estadio Ricardo Saprissa, que según la Unafut tiene una capacidad de 21.350 aficionados.

Los responsables de convocar a este movimiento, que dejó a esos estudiantes sin comida, fueron los miembros de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE) y los de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE).

Estos grupos están en contra de un proyecto que se discute en la Asamblea Legislativa que le pondría freno a manifestaciones como la de este martes, que entre tantas cosas afectan a la educación, la salud y el transporte.

La noticia es triste, dolorosa y hasta vergonzosa, pues para muchos estudiantes ese es el único gallito que comen en el día.

Muchos de ellos llegaron hasta los centros educativos, pero no los dejaron pasar ni la entrada.

Conscientes

Unos que no pasaron por esa congoja fueron los estudiantes del liceo de San José, en barrio México, ellos sí tuvieron el privilegio de tener el comedor abierto, pese a la manifestación.

Xinia Cortés, subdirectora de esa institución confirmó que hicieron almuerzo para todos sus estudiantes, que son 1.090.

Para ella, la huelga de docentes tiene sentido ya que no les pueden disminuir el derecho a manifestarse, aunque también recordó que los jóvenes no tienen por qué sufrir con las decisiones de los adultos.

“Aquí no nos podemos dar el lujo de cerrar el comedor, eso ni por la cabeza nos pasa. Tenemos a estudiantes de León XIII, La Carpio, Pavas y de barrio México que vienen con el estómago vacío, eso lo sabemos muy bien, por eso es que cerrar el comedor sería una injusticia”, relató.

“Nosotros tenemos que entender que los estudiantes son la prioridad y nos debemos a ellos. Yo no fui a la huelga porque tengo un deber aquí y es con todos ellos porque aquí es donde los estamos formando para el futuro”, continuó.

De acuerdo con Cortés, este esfuerzo, que para ella es una obligación, es agradecido por los colegiales.

“Soy madre y entiendo muy bien a estos muchachos, a veces uno quiere llorar porque vienen y dicen que gracias porque el comedor está abierto, ellos saben que en otras partes del país están cerrados y por eso se sienten privilegiados”, añadió.

Según el reporte de asistencia, en este colegio se ausentaron 55 docentes y solo 30 dieron lecciones.

Escuela cerrada pero con comedor abierto

La escuela República de Argentina en barrio México tuvo una particularidad, ya que desde el inicio del curso lectivo tenían programada una reunión con personal docente y administrativo para capacitarlos en temas de emergencias.

Por esta razón no se impartieron lecciones, aunque eso no fue impedimento para abrir el comedor.

Anayk Fajardo, docente y vocera de este centro educativo comentó que para este martes se prepararon para darle desayuno y almuerzo a los 490 escolares con los que cuentan.

“Hoy tuvimos una capacitación, pero no podíamos cerrar el comedor, la mayoría de los estudiantes son de la zona y sabemos de casos en los que llegan a comer aquí. A todos les damos almuerzo y en casos que tenemos detectados les damos desayuno”, detalló.

Fajardo reconoció que este martes, de los 50 maestros que tienen, 29 se ausentaron por la huelga, mientras que los 21 restantes sí acudieron a la charla de aprendizaje.

Guiselle Cruz, ministra de Educación dijo a La Teja estar preocupada por la falta de atención a estos niños y jóvenes.

“La realidad de miles de estudiantes que reciben su único alimento del día en los comedores escolares es que provienen de familias que sobreviven con muchas necesidades, que carecen de los recursos básicos y que encuentran en la escuela o el colegio, además de educación para la vida, un comedor escolar donde alimentarse", añadió.