Los niños del kinder Kamuk, en el barrio González Sucre, en Tibás, están amenazados diariamente por 30 metros de peligro.
En este centro educativo estudian 95 niños en edades de entre 4 y 6 añitos.
Resulta que al frente de ese kinder, en la propiedad de los papás de Elena Meissner Montero, funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores, hay un árbol de unos 30 metros que podría caerse en cualquier momento y eso tiene muy asustados a los vecinos.
La alarma se encendió con el gigantesco pino cuando el jueves 18 de mayo un rayo impactó el árbol y varias ramas cayeron sobre la acera del kinder.
"Nos llevamos un susto grandísimo porque se escuchó un estruendo muy fuerte y no sabíamos qué había pasado, pero a uno lo que más le preocupa es que por ese rayo el árbol se caiga", contó Adriana Sánchez, asistente del centro educativo.
El día del electrizante momento, los vecinos llamaron a los bomberos los cuales acordonaron la acera, pero no pudieron hacer nada más porque el árbol está dentro de la propiedad privada de Meissner.
Ante el fuerte susto, los vecinos recogieron firmas y se las dieron a la Municipalidad de Tibás, solicitando que el árbol se corte antes de que ocurra una desgracia.
Sin embargo, pese al intento, la muni les respondió, mediante dos cartas, que no podían hacer nada porque el árbol estaba dentro de una propiedad privada y que si ellos querían avanzar tenían que hacerlo mediante la vía legal.
Inclusive, en el documento indican que se le intentó hacer llegar la notificación a la familia pero no la quisieron recibir.
Manos atadas
Tanto vecinos como el mismo director del colegio, don Rommel Porras, aseguran que han intentado hablar con Elena Meissner para llegar a un acuerdo, pero la dueña del árbol no ha querido colaborar.
"Ella es una señora que todo le molesta y ni se pronuncia", dijo Porras.
La Teja intentó conversar con Meissner, sin embargo, pese a que la llamamos a su trabajo, nos respondió de muy mala manera y amenazó con que no podíamos publicar la explicación que nos dio por teléfono.
Sumado a esto, conversamos con Luis Sheik, más conocido como el doctor de arboles, para consultarle si los vecinos tenían razón en tener miedo.
"Claro que tienen derecho de estar asustados porque el daño no se ve de inmediato, de hecho, a un árbol que lo impacta un rayo podría secarse y caerse tiempo después, primero están las personas. Uno no puede cerrarse en esas cosas, además, este tipo de árbol no es nativo, no mantiene vida silvestre, tampoco da mucho dióxido de carbono, la verdad es que yo amo los árboles, pero también soy una persona que los cura hasta donde se puede", enfatizó el doctor de árboles.
Intentamos conversar con la muni de Tibás para conocer más de su posición, sin embargo, no pudimos localizar a Alfredo Jiménez, encargado del tema ni tampoco devolvió la llamada, como que el rayo también lo paralizó.
Lo que explicó el doctor de los árboles es que los vecinos pueden acudir al tribunal ambiental y poner la denuncia.
Según la abogada penalista, Yorleny Clarke, si en un futuro pasara algo con ese árbol la responsabilidad caería sobre Meissner, tanto por daños materiales como por si alguna persona falleciera, a tal punto que se podría considerar como homicidio culposo o dolo indirecto.
En ese kinder estudian 95 niños en edades de entre 4 a 6 añitos.