Acurrucado en los brazos de su papá, el pequeño Eithan Brenes dejó el hospital este lunes a las 11 a. m., tan solo unos minutos después de estar frente a las cámaras de medios de comunicación que querían una reacción del pequeño.

Sin embargo, se negó a despertar y se fue sin decir “agú”, bajo la mirada de los curiosos que se preguntaban si este herediano es el tico cinco millones o si le ganó alguna de las otras dos chiquitas que se disputan el puesto.

Como no dio declaraciones fueron sus doctores, Násser Alrashdan y Roberto Brenes los que hablaron por él y dieron las pistas que hacen sospechar que él sí podría ser el afortunado. El vecinito de Varablanca nació el sábado 1 de setiembre a las 9:27 p. m. por cesárea en el hospital San Vicente de Paul y eso podría convertirlo en una figura importantísima de la historia tica.

Aunque a sus papás solo les interesaba que viniera al mundo sano. El pequeñín pesó 3.790 gramos, mide 53 centímetros y es dormilón y tranquilo.

El chiquitín es el primer hijo de Madelyne Alvarado de 27 años y de Reinier Brenes, de 31 años. Ambos pertenecientes a familias dedicadas a la agricultura y ganadería, que ni por error sospechaban que el nacimiento de su bebé los tendría en esa situación.

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La mamá aseguró que desde que se enteró que estaba embarazada y hasta la llegada de su hijo todo ha sido una pura contentera. “Este bebé ha sido una bendición todos han estado pendientes del bebé, nos preguntan cómo está y ahora sabiendo que podría ser el tico cinco millones, más felices todavía”, comentó doña Madelyne.

Dura competencia

Aunque Eithan acaparó todas las miradas, aún el título no está entregado y se disputa el lugar del tico cinco millones con otras dos bebés que nacieron ese mismo día, entre las 9:20 p. m. y 9:30 p. m. en San Carlos y Liberia.

Ellas son Samantha Rojas Solano y Beverly Murillo Herrera, quienes nacieron con solo minutos de diferencia de Eithan, lo que tiene a las autoridades sacando cuentas para saber cuál es el afortunado.

Samantha fue la primera en llegar, a las 9:26 p. m. en el Hospital de San Carlos. Pesó 2.500 gramos y midió 44 centímetros.

Luego llegó Beverly, a las 9:29 p. m. en el Hospital Enrique Baltodano Briceño, en Liberia, con un peso de 3.290 gramos y una estatura de 48 centímetros.

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