Diego Brenes es de esos chavalos que a pesar de que la esté viendo rudísima siempre anda contento. En el último año vio cómo su empresa de turismo de un día a otro dejó de generar ingresos, además su mamá tuvo que enfrentar una cirugía y a eso súmele los problemas que hemos enfrentado todos por la pandemia, pero ni con tanta bronca encima dejó de sonreír.
Personas como Diego explican porque Costa Rica es el país más feliz de Latinoamérica, esto según un estudio patrocinado por Naciones Unidas y que se publica desde 2012.
Este pulseador, vecino de El Tejar de El Guarco, en Cartago, tiene una agencia turística junto a su hermano, Andrés, su fuerte es vender paquetes a Europa, Estados Unidos y México, por lo que con el cierre de fronteras, prácticamente desde el día uno de la pandemia dejaron de generar platica, pero las deudas siguieron su curso.
En las primeras semanas de la pandemia, también recibió la dura noticia de que su mamá, doña Dulce, debía ser operada de urgencia para controlarle un cáncer, el panorama no podía ser más rudo, pero enfrentó los problemas con positivismo.
“Soy una persona feliz a pesar de los golpes que la vida me ha dado por varios motivos: me rodeo de personas positivas que sacan lo mejor de mí, soy agradecido con Dios por cada día que me regala, trato de ser empático y ayudar en lo que pueda a los demás.
“Además, no me quedo cruzado de brazos esperando a que las cosas sucedan”, aseguró Diego, de 32 años.
Muestra de esto es que para pagar las deudas y mantener su hogar hace helados y sale a venderlos por todo lado, a pesar de que antes de la pandemia nunca había cocinado ni un huevo duro, pero se animó y le quedan riquísimos.
“No solo este año ha sido difícil sino que también han habido años duros como el fallecimiento de mi papá o las enfermedades que ha pasado mi mamá, y si le sumamos la pandemia, sin duda, valoro más hasta el mínimo detalle”, aseguró.
Al mal tiempo, buena cara
Para el sociólogo de la Universidad Nacional, José Carlos Chinchilla, el secreto de Costa Rica para mantenerse entre los países más felices del mundo a pesar del alto nivel de desempleo, deudas, y el covid- 19, es que el tico trata de enfrentar con humor los malos momentos.
“Hay una condición anímica a tratar de responder a lo difícil con sentido del humor, ahí se pueden explicar los memes, la gente canaliza con los memes lo difícil de la situación”, aseguró Chinchilla.
Para el analista financiero y profesor universitario Daniel Suchar, el tico se mantiene feliz porque los fines de semana se desconecta y deja atrás los problemas.
“Es algo que siempre he dicho, es muy sencillo, hay dos Costa Ricas, una de lunes a viernes y otra de sábado a domingo. Entre semana externamos todas las preocupaciones, pero el fin de semana todo el mundo se relaja, se desenchufa, eso es lo que sucede con la cultura del tico, es muy llevadero.
“Ahora bien, hay un detalle desde el punto financiero y es que como la gente es tan sabrosa pasa la tarjeta y se olvidan las deudas con tal de pasarla bien y eso se convierte en un problema”, explicó Suchar.
Para ambos, Costa Rica lidera en felicidad Latinoamérica, porque a pesar de que la crisis nos golpeó, la situación es más llevadera si la comparamos con otros países.
“Estamos mal, pero a comparación de otros estamos muy bien, no tenemos maras y los asesinatos de Honduras, o los problemas de comida de Venezuela”, dijo Suchar.
“Ciertamente han habido cambios, pero no tan dramáticos como en otras partes del mundo. Estamos en una situación difícil, pero con la esperanza de que las cosas puedan salir bien, la gente no perdió la felicidad”, agregó Chinchilla.
Suchar también mencionó que el hecho de que el fútbol regresara tan rápido ayudó a mantener al tico contento.
“Somos un país futbolero, tuvimos rápido ese válvula de escape”, aseguró.