A ponerse con Dios: Paseo Metrópoli se convirtió en iglesia por un día

En un centro comercial usted puede encontrar de todo… hasta sacerdotes que lo confiesen.

Resulta que varios seminaristas de "Formando Discípulos", del Seminario Nacional de Nuestra Señora de los Ángeles (los de primer año, ) realizaron el pasado miércoles 4 de octubre la misión correspondiente a este año en la parroquia San Nicolás en Taras de Cartago.

Su lema era “Llamados a ser sus testigos” y el lugar escogido fue uno muy particular: Paseo Metrópoli, en Cartago.

Cientos de personas que llegaron a ese centro comercial para disfrutar de una película o a comer se llevaron la grata sorpresa y desde muy temprano, en la tarde, lo que encontraron fue a siete sacerdotes que establecieron su confesionario en el Mall. Muchos se acercaron para recibir el sacramento de la Reconciliación.

Los seminaristas andaban vestidos de santos, y con mucha alegría en sus rostros. La idea era tener presencia cristiana en el centro comercial Paseo Metrópoli, con el fin de anunciar con alegría y esperanza la Buena Nueva de Jesús.

Ellos entregaron boletines, mientras había confesiones. A las 6 p. m. se celebró la Eucaristía y luego hubo una presentación cultural por parte de los muchachos.

“Esto es lo que hace 2.000 años san Pablo llamaba nuevos areópagos, es decir, nuevos lugares para proponer el Evangelio y la Iglesia nunca debe dejar esta inquietud, debe buscar siempre nuevos lugares, nuevas personas”, dijo el seminarista Erick Rojas, quien procede de la parroquia de Cuatro Reinas, en Tibás, San José.

La experiencia fue gratificante, pues Rojas dijo que se puede dialogar con el mundo que no está en contra del Evangelio, y por ello agradeció a la administración del mall por esta oportunidad.

“Se regalaron abrazos, hicimos un flashmob, es decir, donde los seminaristas se reunían a cantar canciones seculares y luego entonaban temas religiosas y vocacionales, y la gente se apuntaba y se impactaba, según veíamos en sus rostros. Fue impresionante ver las filas para las confesiones”, añadió.

Por su lado, el seminarista Leonardo Fallas, de la diócesis de San Isidro, dijo: “esto me recordó la evangelización que realizaron los primeros discípulos, aunque en otro contexto, y es aquello de ir a esos lugares donde no es normal hablar de Jesús”.

Según Fallas, lo que pasó es que están acogiendo también el llamado del papa Francisco de 'ir a las periferias'. “Esto no significa ir muy lejos, sino ir a esos espacios donde poco se habla de Dios. Me ha impactado mucho ver a tantas personas acercarse al sacramento de la Reconciliación, en medio del trajín de un centro comercial. Eso es bello, eso es de Dios”.