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Agrónomo con mal renal crea y vende productos bajos en sal y sin gluten

Luis Diego Bulgarelli avanza en consolidar un gran proyecto

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Luis Diego Bulgarelli enfrentó el año pasado una de las pruebas más duras de su vida.

La enfermedad renal crónica que padece desde hace 13 años le hizo una mala jugada y su estado de salud se complicó; sin embargo, en vez de sentirse derrotado se armó de valor y hoy es un exitoso vendedor de productos bajos en sodio y libres de gluten, apenas para personas con padecimientos similares a los que él tiene.

Luis Diego es ingeniero agrónomo y el tema de la agricultura le apasiona. Con el apoyo de su esposa Karla crearon Terra Libera, una marca con la que ambos la pulsean y venden productos como chileros, ajos en especie (como en conserva), tomates cherry, chimichurri argentino y jaleas artesanales.

Además ayudan a distribuir los productos de otros empresarios locales.

“A causa de mi enfermedad no puedo consumir alimentos con exceso de sal ni puedo excederme tomando agua pues el cuerpo retiene el sodio y el agua y eso provoca daños en el funcionamiento de mi sistema renal.

"Debo llevar una dieta rigurosa y desde el año pasado acudo a hemodiálisis para que a través de este procedimiento mi cuerpo pueda eliminar las toxinas acumuladas”, agregó.

Mantenerse ocupado

Luis Diego trabaja en una empresa privada. Hace ocho meses recibió la noticia de que sería incapacitado por 90 días debido a las complicaciones por su enfermedad.

Su esposa le sugirió la idea de crear productos alimenticios para que él se mantuviera ocupado en casa y con el paso de los días, el negocio fue creciendo. Ahora cuentan con clientes en mercados artesanales de cantones como Belén, Curridabat, Cóbano y Pococí.

“El primer producto que lanzamos fue el chimihurri argentino, luego el ajo criollo, que fue certificado por una especialista como bajo en sal. Todo lo que usamos para la elaboración de nuestros productos lo compramos en la feria de Zapote y así ayudamos a los productores locales”, indicó.

Luis Diego y Karla van a ferias para promocionar su trabajo y dicen que el esfuerzo les ha dado múltiples beneficios.

Detrás de una chilera están las horas intensas de trabajo picando las verduritas y preparando cada uno de los productos a mano. Parte de la clave del éxito es ayudar a quien lo necesita y valorar el apoyo que le dan proveedores y la fidelidad de sus clientes.

“A veces ni las autoridades ni la sociedad le dan al agricultor el valor que merece. La agricultura de este país es de alto nivel y por eso trabajo con productores que compartan los mismos valores que nosotros y desde nuestra área de trabajo, procuramos empoderar a nuestros socios, para apoyarlos en el desarrollo de su negocio”, expresó.

Devolver algo

Para este pulseador es importante devolverle a la sociedad parte de lo que ha recibido en su vida. Expresó que, afortunadamente, gracias al apoyo de su familia pudo estudiar y formarse como profesional.

“Además de tener este proyecto, colaboro como director de comunicación de la Fundación de Nefrología Costa Rica y quiero fortalecer las redes sociales para generar alianzas y buscar recursos para la fundación. Sinceramente no tenemos ningún fin comercial, queremos ver también cómo podemos apoyar proyectos de agricultura familiar y empoderar a los productores”.

“Tuve que aprender a vivir con mi enfermedad. No es una vida difícil, pero tampoco es una vida fácil y por eso, todos los días le agradezco al equipo del Hospital Calderón Guardia, porque gracias a ellos, puedo ir tres veces a la semana; lunes, miércoles y viernes a recibir tratamiento de hemodiálisis y así puedo salir adelante”.

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