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¡Alexa!, ¿para qué sirve de verdad? Asistente virtual puede ser una salvada si se usa como debe ser

En muchos hogares estas asistentes inteligentes solo ponen música o cuentan chistes, pero en realidad, pueden facilitar el diario vivir si se aprovechan bien

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En la casa de doña Gabriela Fernández hay una Alexa; lleva ahí tres años, pero ella ni la toca. Quien la usa es el nieto, Elián, poniendo música, pidiendo canciones de las tablas de multiplicar para aprendérselas alegremente; también le hace preguntas de historia para la escuela y hasta le pide que haga el sonido de pedos.

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¡Alexa!, ¿para qué servís en verdad? Aquí les contamos que no solo para poner música.

En muchos hogares costarricenses ya se encuentran estos pequeños parlantes inteligentes, conectados al wifi, que responden cuando uno les habla. Pero la verdad es que en la mayoría de las casas apenas y se aprovechan.

Alejandra Guerrero, de Las Delicias de Aguas Zarcas en San Carlos, tiene una Alexa y la usa para escuchar música, prender luces, abrir el portón y cuando tiene una duda sobre algún tema. Nada más. Su abuelita, doña Isabel Alvarado, la usa solo para escuchar música.

¿Sabía usted que ese “parlante mágico” puede ayudarle a ahorrar en la electricidad, a que no se le pase la olla de los frijoles y hasta a vigilar la casa cuando no está?

Lo primero que hay que tener claro es que Alexa (y su equivalente de Google o Siri en Apple) no es solo un parlante; es un asistente virtual con inteligencia artificial. Lo que significa que puede aprender, automatizar tareas y hasta hacer rutinas por usted, si uno mismo le enseña cómo.

En muchos hogares costarricenses ya se encuentran las Alexas, parlantes inteligentes, conectadas al wifi, que responden cuando uno les habla. Pero la verdad es que en la mayoría de casas apenas y se aprovechan. En la foto, nuestra chef profesional, Candy Zamora.
En el caso de nuestra chef profesional, Candy Zamora, su Siri es una muy buena asistente de cocina. (Cortesía/Cortesía)

Marvin Jiménez de la Comisión de Ciberseguridad del Colegio de Profesionales en Informática, nos recuerda que estos parlantes con inteligencia artificial no solo nos ayudan con lo que hacemos en la casa, sino también a mejorar y controlar otras aplicaciones, como cuando se hace un pedido en Amazon o bien aparatos inteligentes, como llavines de las puertas.

Si tiene adultos mayores en casa, Alexa puede ser una gran amiga. Se le puede programar para que recuerde cuándo deben tomar pastillas, hidratarse o hacer ejercicio suave.

“Mi mamá tiene 74 años y olvidaba tomar su pastilla de la presión. Ahora Alexa le recuerda a las 8 a. m. y a las 8 p.m. Y lo mejor es que la señora ya le habla como si fuera una amiga”, cuenta con orgullo Katia Espinoza, vecina de Tibás.

En muchos hogares costarricenses ya se encuentran las Alexas, parlantes inteligentes, conectadas al wifi, que responden cuando uno les habla. Pero la verdad es que en la mayoría de casas apenas y se aprovechan
En la casa de doña Nixa la Alexa está atrás de una estampita de Jesús Misericordioso. (Cortesía/Cortesía)

Los chiquillos, como Elián, también pueden beneficiarse, pues hay cuentos interactivos, juegos educativos, ayuda con tareas (“Alexa, ¿cómo se dice ‘mariposa’ en inglés?”), canciones con coreografías y hasta adivinanzas para entretenerlos mientras se prepara la comida.

Uno de los usos menos aprovechados y más útiles está en la cocina. “Yo tengo las manos en la masa, por ejemplo, haciendo empanadas y le digo ‘Alexa, pon un temporizador de 18 minutos’. También le pido que me dicte una receta paso a paso y me guía como si fuera ella una chef profesional.

En muchos hogares costarricenses ya se encuentran las Alexas, parlantes inteligentes, conectadas al wifi, que responden cuando uno les habla. Pero la verdad es que en la mayoría de casas apenas y se aprovechan. En la foto, doña Isabel Alvarado Quesada.
Doña Isabel Alvarado Quesada quiere mucho su Alexa y la usa para escuchar música. (Cortesía/Cortesía)

“La uso para recordatorios, información, temporizador, música”, nos contó nuestra chef profesional Candy Zamora, quien vive en Barva de Heredia.

Además, se le pueden conectar dispositivos como freidoras de aire inteligentes, cafeteras y microondas que ella puede controlar con solo una orden de voz.

Si le instala bombillos inteligentes o enchufes wifi (que se consiguen desde ₡5.000 en tiendas en línea), Alexa puede controlar luces, televisores, ventiladores y más.

Nixa Zavala, vecina de Cartago, tiene una Alexa, pero reconoce que no la aprovecha todo lo que debería. “La uso para que me despierte, no siempre. También para escuchar música y escuchar la hora. En realidad, la uso poco desde que la compré”.

No sabía que Alexa puede usarse para simular que hay alguien en casa mientras uno anda de paseo: con una rutina, Alexa puede encender luces o poner música, aleatoriamente, para que no parezca vacía la casa.

En muchos hogares costarricenses ya se encuentran las Alexas, parlantes inteligentes, conectadas al wifi, que responden cuando uno les habla. Pero la verdad es que en la mayoría de casas apenas y se aprovechan
Elián, nieto de doña Gabriela, tiene su Alexa encima de los juguetes de su cuarto. (Cortesía/Cortesía)

Y si tiene cámaras de seguridad compatibles, puede pedirle que le muestre la imagen del frente de la casa desde el celular, en cualquier parte del mundo.

Puede crear listas de compras compartidas para que todo lo que le diga se anote en el celular: recordatorios de citas médicas, cumpleaños, actividades escolares, etc.

Muchos creen que para tener una casa inteligente hay que gastar un montón, pero la verdad es que con una Alexa de ₡20.000, dos bombillos y un enchufe inteligente ya se puede armar un sistema básico.

Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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