Alice Castillo es madre de cuatro hijos, dos de ellos pertenecen a la comunidad LGTBI, por lo que ella se ha dado a la tarea de participar activamente en la lucha por los derechos de sus muchachos.
“Daniel de 25 años y Alejandra de 28 tienen los mismos derechos de casarse y formar una familia que sus hermanos. No hay razones para que ellos sean discriminados”, explicó Castillo.
Asegura que ellos como padres sienten el dolor de ellos por ver sus sueños de formar un hogar y una familia, truncados.
"Es una situación muy dura porque uno quiere lo mismo para todos, cualquier madre lo que quiere es ver a sus hijos felices y si eso es un matrimonio y yo no puedo ayudarlos, me hace sentir mal.
Sus otros dos hijos formaron sus familias como quisieron y saben que tienen la opción de casarse cuando gusten.
Los padres que integran el grupo de apoyo a familiares y amigos de la diversidad sexual (Gafadis) reconocen el valor de sus hijos, la fuerza para realizarse como personas y profesionales, pese a la discriminación que sufren.
“Esa es una de las cosas que uno ve a diario. La gente habla mucho y al ir a la iglesia uno los oye refiriéndose a ellos como engendros del demonio o comentarios como ‘mirá, ahí va un playillo’, que nos duele y nos hiere a los padres, imagínese lo que es para ellos estarlo escuchando a cada momento durante toda su vida", explicó la valiente madre.
Daniel tiene novio desde hace cuatro años y su deseo es formar una familia y empezar a construir algo juntos, pero no pueden, pues aún las leyes no se lo permiten.
“En el caso de que decidieran convivir y comprar una casa no puede ir a nombre de los dos. El patrimonio que hayan construido juntos, si muere el que lo tiene inscrito, el otro se queda desamparado. Mi hijo sueña con ser papá, y sería un papá excelente”, agregó doña Alice.
Por eso, le parece lamentable que deban esperarse otros 18 meses más para poder lograr la aprobación del matrimonio igualitario.
“Como madre estoy totalmente decepcionada. Mi sueño era poder celebrar el Día de la Madre con el gran regalo por parte de la Sala Cuarta del matrimonio igualitario, deberemos continuar esperando, pero esperanzada de que sí se va a dar y que mis hijos serán reconocidos finalmente como ciudadanos costarricenses con todos sus derechos”, agregó Castillo.
Ambos son profesionales, hijos maravillosos y personas de bien, dijo la orgullosa mamita.