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Amanda venció los pronósticos que le daban poco tiempo de vida al nacer

La niña superó todos los pronósticos y hoy, a sus dos años, es una niña feliz y muy inteligente

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Amanda Leonor Hidalgo López es una niña que nació prematura y con restricción de crecimiento (afecta el tamaño general del bebé y el crecimiento de los órganos, los tejidos y las células), por lo que los médicos no le daban mucho tiempo de vida, pero ella venció ese pronóstico y hoy ya tiene dos añitos.

Daniela López Cerdas, vecina de Uvita en Puntarenas, conversó con La Teja y nos contó los momentos más difíciles que ha vivido como madre y cómo se ha dado esto que es un verdadero milagro.

Amanda una historia de milagro

Ella nos asegura que, tras conocer el problema que enfrentaba su bebita, los médicos fueron muy crueles al darle la noticia de los problemas que presentaba la pequeña.

“El temor era enorme, increíble, todo lo que pasamos en ese momento fue un sufrimiento muy grande, días sin dormir, casi sin comer, la preocupación era muy grande”, narró, pero lo bueno es que, como veremos, la historia tiene un gran final.

Embarazo de gravedad

Pero antes de llegar a eso debemos regresar un poco en el tiempo, a cuando Daniela aún tenía a Amanda en su pancita. Ella recuerda que el lunes 23 de noviembre del 2020 fue internada y empezaron con una serie de estudios y bajo vigilancia estricta, debido a la gravedad que presentaba su embarazo.

“Fueron casi 15 días internada, todos los días me hicieron ultrasonidos, monitoreos. Ella tenía una restricción de crecimiento de grado 2 y había que vigilar que no pasara a grado 3, porque ahí ya Amandita no podía permanecer más dentro del vientre, así estuviera el tamaño que tuviera. Necesitaban que ella subiera de peso a como diera lugar, porque era demasiado pequeñita, entonces tenían que estar jugando con eso, con que estuviera bien de peso y también con la vida de ella, porque ya no podía estar tampoco mucho tiempo en el vientre”, narró la mamita.

Amanda una historia de milagro

Las oraciones de toda la familia no pararon para que la bebita ganara esa lucha, a estos clamores se unieron cientos de personas, porque la pequeñita corría riesgos tanto dentro como fuera del vientre de su madre.

“El viernes 4 de diciembre era la cesárea programada, porque ya la restricción de crecimiento había pasado de grado 2 a grado 3, entonces la sacaban o la sacaban del vientre porque el riesgo era mayor que estuviera adentro que afuera”, contó López.

Daniela recordó que como a las siete y media de la mañana la pasaron a la sala e iba bien nerviosa. El neonatólogo del San Juan de Dios entró y le dijo que cuando la niña naciera lo más conveniente era que llorara, que si no lo hacía ni con la animación, debían llevársela de emergencia y era una mala señal.

“En ese momento me llegan con eso, o sea, es superduro, superdifícil, que cuando empezaron prácticamente yo ni podía respiraba esperando que sacaran a Amandita. Ya vinieron y la sacaron y lloró, entonces ya a mí fue como que me volvió el alma al cuerpo”, recordó.

La menor nació pesando 660 gramos, lo que causó mayor preocupación, por lo que de inmediato se la llevaron y fue hasta el día siguiente que Daniela logró verla.

Amanda una historia de milagro

“Las primeras 48 horas eran vitales para que ella sobreviviera, llegue ese sábado a verla por segunda vez, era diminuta, o sea, una bebé de 660 gramos, era superpequeña tenía agujas, monitoreo, oxígeno, de todo, venía malita, venía con una infección”.

Y lamentablemente ocho días después de nacer en el San Juan de Dios, se puso muy mal, tuvo que ser trasladada de emergencia al hospital Nacional de Niños.

“Esa es otra cosa de las más duras que he vivido en mi vida, ella desde que nació tenía oxígeno, pero nunca la habían intubado, ese día para el traslado requirió que la intubaran y eso es una imagen que a mí no se me borra”, dijo con la voz entrecortada.

Amanda fue dada de alta después de tres meses y un día de estar internada, su mamá agradece a Dios y a todas las personas que le ayudaron orando por ella. La bebé ya está en la escuela de estimulación temprana, es muy inteligente y ya se sabe los colores y los numero del 1 al 10.

Amanda una historia de milagro

“Aquí estamos, en la lucha, 2 años y tres meses después todavía estamos en control, está superbién, va a la escuela de estimulación temprana, se sabe los colores, los números hasta el 10. Es una niña espabilada, lista, inteligente y, muy importante, es una niña especial que el que la conoce y yo que soy la mamá decimos que ella tiene una luz una luz enorme” agregó.

Wilmer Madrigal Amador

Wilmer Madrigal Amador

Licenciado en Periodismo en la Universidad de Managua. Periodista, con experiencia en nacionales, sucesos, política y migración. Antes trabajó en 100 % Noticias y Onda Local.

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