Cuando el ministerio de Salud informó este miércoles que los casos de pacientes con coronavirus registró la cifra más alta (52) desde que se anunció el primer caso en el país (6 de marzo), también se dispararon las llamadas de personas que decían sentirse ansiosas a la línea COVID 1322.

Así lo dio a conocer el doctor Francisco Golcher, máster en salud publica y presidente de la Asociación Costarricense de Psiquiatría.

La línea citada atiende denuncias y consultas referentes al nuevo coronavirus.

Golcher aseguró que más que todo se trató de llamadas de adultos mayores preocupados por su condición de vida, ya que están muy preocupados por su futuro ante esta pandemia en la que todo se vuelve incierto.

Según Golcher, esto refleja la otra cara de la pandemia y a la que, según él, no se le ha dado tanta importancia, la salud mental.

El experto reiteró en el programa “Malas Compañías” de Teletica Radio que a esto se suma el estrés de estar metido en la casa, el cual ha traído consigo una serie de problemas de ansiedad, que surgen como consecuencia de la pérdida de la rutina.

El médico reconoció que incluso hay casos que reportan ataques de pánico (sentir que se van a morir) y cuadros de depresión, pues de un momento a otros desaparecieron aquellas ocho horas diarias en las que se salía de casa para hacer otras actividades.

¿Cómo superar estas sensaciones?

Abelardo Morales, sociólogo de la Universidad Nacional, brindó algunas recomendaciones para cuidar la salud mental en tiempos de coronavirus y evitar situaciones de conflicto en la familia ante esta ruda realidad.

Y es que aparte de los efectos del COVID-19 en la salud y en la economía, el sociólogo considera que también hay fuertes impactos en lo social, lo sicosocial y lo afectivo.

Explica que los efectos que producen el encierro y el aislamiento son inevitables cuando las personas no están acostumbradas.

La falta de orientación, de acompañamiento y de recursos accesibles producen en las personas una sensación de bloqueo y de impotencia que incrementan el estrés, la depresión e inclusive se pueden dar cuadros de agresividad que pueden derivar en violencia intrafamiliar, social o hasta formas de autocastigo.

Por eso, Morales destaca que es crucial organizar los espacios, los tiempos, nuestras vidas y las relaciones, para lo cual recomienda:

1) Separar los tiempos del trabajo, los del hogar y los de la familia. Se debe organizar para que haya un tiempo para cada espacio. El no poder salir y mezclar todas las actividades, puede generar situaciones de estrés.

2) Cada uno y entre todos, deben poner reglas, de forma que los espacios, las tareas y los tiempos se respeten y de esa manera evitar roces, tensiones, agresiones o un ambiente que pueda volver “tóxico” el hogar.

3) Organizar un plan familiar de uso del tiempo “libre” que puede consistir en organizar juegos con los niños, programas de ejercicio, bailes, etc., La actividad física y el entretenimiento sirven para superar el estrés y manejar las tensiones. Se pueden buscar actividades en Internet o echar mano de la creatividad para inventar planes de entretenimiento.

4) Evitar la saturación de noticias sobre la pandemia. Es importante informarse, pero sin excesos. Evitar las cadenas de rumores, la noticias falsas y la reproducción de “cadenas del miedo” que abundan de parte de mentes mal intencionados.

En la medida en que las condiciones lo permitan y se guarden los protocolos para estar fuera de casa, se pueden hacer caminatas individuales, trotar o practicar un deporte, ya que no se pueden descuidar otros aspectos de la salud.

5) Encontrar formas novedosas de estar en contacto y en comunicación a distancia con familiares, amigos y colegas. Buscar personas a las que haya dejado de ver y entrar en contacto. Este puede ser un momento propicio para rehacer vínculos sociales.

6) Acondicionar un lugar para trabajar confortablemente y si varias personas realizan teletrabajo es importante que se dividan los espacios adecuadamente para no generar tensiones.

Ahora la casa es el lugar de trabajo para muchos, pero se deben respetar los códigos del trabajo con respecto a horarios de entrada y salida, así como los recesos.