Muchos se quejan de que de cada vez que van al supermercado la plata les rinde menos y es que los constantes aumentos en los combustibles y la crisis de los contenedores han disparado los precios de los productos.

Lo más preocupante es que los aumentos no son de ¢5 o ¢10 colones por artículo, sino que en muchos casos superan los ¢100, ¢200 o hasta ¢300, por lo que las familias han tenido que socarse mucho la faja.

Una vecina de Tibás, quien prefirió no decir el nombre, dice que está con el pelo parado porque en las últimas semanas ha visto aumentar un montón el precio de los productos que compra en el súper, incluso nos dio ejemplos.

Como buena tica, la tibaseña inicia el día con un buen cafecito, ella compra el paquete de yodito de 500 gramos, pero se llevó una tremenda decepción porque en solo 15 días pasó de costar ¢2.900 a ¢3.130 en un supermercado de una cadena que hay a nivel nacional. Ella asegura que hace cerca de un año ese paquete tenía un valor de ¢2.500.

La leche en polvo también subió un montón, antes estaba en ¢2.900 y ahora está en ¢3.240, en el mismo supermercado.

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Los atunes light con vegetales por lo general los compra en otro supermercado nacional y a finales de enero un paquete de cuatro unidades estaba en ¢5.470, pero el fin de semana pasado lo encontró en más de ¢6.000.

La mujer dice que de vez en cuando compra una gaseosa que le gusta, antes las compraba en ¢650, sin embargo, ahora cuestan ¢750.

Otro caso que mencionó fue el del pan cuadrado integral de 530 gramos, a finales de enero estaba en ¢1.695 y ahora cuesta ¢1.865.

Precios libres

Erick Ulate, presidente de Consumidores de Costa Rica, dice que efectivamente es notable el aumento en los precios de todo tipo de productos y asegura que aunque es injusto para los consumidores y muy preocupante, a nivel legal no hay nada que hacer, ya que los productores ni siquiera tienen la obligación de informar cuando subirán sus artículos.

“Esos incrementos en los precios se dan de forma legal porque en el país los precios están liberados, además, no podemos saber si los aumentos fueron impuestos por el productor del alimento, el distribuidor, o bien por el punto de venta”, explica Ulate.

El experto dice que lo que está disparando los precios son los constantes aumentos en los combustibles y la crisis internacional de los contenedores y mientras no se haga nada para apalear esos factores, los precios seguirán por las nubes.

“El problema real inicia con los constantes aumentos en los combustibles porque eso genera un aumento en la generación de electricidad y esas dos cosas causan que aumenten los costos de producción y transporte en la mayoría de productos, sobre todo en los que vienen de zonas agrícolas rurales, es como una cadena.

“Los productores y proveedores cada vez tienen que gastar más para terminar sus artículos y por llevarlos hasta el punto de venta y esos costos se nos trasladan a los consumidores”, manifestó.

El representante de la agrupación dice que ellos siempre han estado en contra de la fórmula que usa la Aresep para subir los combustibles. También dice le ha insistido a los diputados, hasta el cansancio, que bajen el impuesto único de los combustibles.

“Ya hay un proyecto de ley para bajar ese impuesto a los combustibles, pero ha faltado voluntad política para aprobarlo porque representa uno de los principales ingresos al Gobierno, entonces no les conviene, por eso le dan largas al asunto”.

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En cuanto a la crisis de los contenedores, lo que está pasando es que hay puertos en todo el mundo que tienen faltante de personal debido a la pandemia, entonces, por poner un ejemplo, si un contenedor duraba dos meses para llegar al país desde China, ahora dura hasta el doble porque esos barcos pasan por varios países y se van atrasando, eso hace que el flete aumente mucho y ese costo se ve reflejado en los productos importados.

“También hay un proyecto de ley en la Asamblea Legislativa para tratar de bajar los impuestos de productos importados, la iniciativa pretende que las tarifas en las aduanas se calculen en base a los costos de los artículos y el flete que había antes de la pandemia y no con los actuales, que son mucho más altos”, dijo Ulate.

Pulperos afectados

Esta crisis también ha hecho que los pulperos se vean afectados, así lo comentó Olga Vargas, directora ejecutiva de la Cámara Nacional de Comerciantes Detallistas y Afines (Canacodea).

Ella confirmó que los proveedores también les han subido los precios a estos pequeños comerciantes y entonces ellos se ven obligados a subir los precios.

“Lamentablemente los márgenes de ganancia que manejan los comerciantes detallistas (pulperos) son sumamente bajos y esto provoca que el incremento en sus costos de operación se deban trasladar al precio final de los productos que comercializan.

“Por supuesto que esto genera una baja en las ventas de los negocios detallistas (pulperías), ya que sus clientes deben modificar sus hábitos de consumo hacia productos más baratos”, expresó Vargas.

De momento, el panorama no es nada alentador, ya que se espera que el precio internacional del petróleo siga aumentando y también falta tiempo para que vuelva a la normalidad el temas de los contenedores.