Cuando usted no quiere comer más un alimento es porque se siente “empachado”. En este caso, se pueden presentar síntomas como pesadez y dolor de estómago, falta de apetito, acidez, cólicos, gases o inflamación a nivel abdominal. En casos intensos puede causar diarrea, estreñimiento y vómitos.
Este término no se aplica solo a un alimento, ya que varía de acuerdo al gusto y tolerancia de cada persona hacia determinada comida.
En términos generales, el empacho puede deberse a situaciones como: comer en exceso algún alimento (grasosos, dulces, frituras, entre otros) a un ritmo generalmente rápido. Además puede darse bajo situaciones de ansiedad o estrés.
Ciertas pautas de alimentación pueden ser su aliado para tratar y vencer esa sensación de indigestión o empacho. Básicamente, el estómago necesita un “respiro” para restaurarse y desintoxicarse por lo que es importante:
- Hacer una dieta blanda fraccionada, que incluya comidas más pequeñas pero más frecuentes introduciendo caldos desgrasados de pollo o vegetales, purés, carnes blancas, frutas y yogurt.
- Tomar suficiente líquido, especialmente agua e infusiones que limpian y favorecen la digestión como la manzanilla, menta, diente de león, anís, yerba buena, etc.
- Comer yogurt dos veces al día para restaurar la flora intestinal y el buen funcionamiento del sistema digestivo.
- Evitar las comidas copiosas, así como alimentos grasosos, frituras, gaseosas y alcohol. Debe masticar despacio.
- No se debe acostar antes de que haya pasado al menos hora y media a 2 horas después de comer.
- Frutas como la papaya ayudan a digerir mejor y las uvas permiten depurar el organismo.
- No automedicarse.
Además, no olvide hacer ejercicio, busque métodos para controlar el estés y dormir bien. Si necesita más ayuda, no olvide consultar con su nutricionista para elaborar un plan de alimentación adecuado para usted.