Si a usted de casualidad le llega un billete de ¢50.000, no se preocupe porque aunque se ve muy poco todavía circula y conserva su valor.
El Banco Central de Costa Rica recordó que hace año y medio, en diciembre del 2018, decidió dejarlos de hacer, pero que aún no decide hasta cuándo les dará vida.
“Pese a que se ha ido retirando paulatinamente de circulación, esa denominación mantendrá su valor como medio de pago en la economía nacional hasta la fecha que oportunamente será comunicada, la cual será con suficiente antelación”, aclaró el BCCR mediante un comunicado.
Además de que es un güevo que los comercios lo acepten como forma de pago por temor a que los estafen con un billete falso también muchos tiene la vuelta de quedarse sin cambio si les pagan algo muy barato con el famoso billete morado.
Otro razón es que para pagos tan grandes, la gente prefiere recurrir al pago mediante SINPE móvil, transferencias electrónicas o tarjetas. Además, los bancos por temor a asaltos tampoco lo colocan en sus cajeros automáticos.
Tampoco se puede olvidar la relación que se hace de los billetes de alto valor con el lavado de dinero, la legitimación de capitales, el financiamiento de actividades ilícitas y la evasión de impuestos, condiciones propiciadas por la escasa trazabilidad que caracteriza al efectivo. Sin duda el morado tiene todo en contra para evitar su desaparición, sobre todo porque el ministerio de Hacienda pidió que lo saquen de circulación.