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Bisexuales salen dos veces del clóset

Abogada y activista bisexual explicó que son rechazados por los heterosexuales y homosexuales

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Muchos bisexuales prefieren decir que son solo gais o lesbianas para evitar el rechazo y la discriminación, incluso, de la misma comunidad diversa.

La letra B, dentro de la comunidad LGTBIQ significa bisexual y conversamos con Larissa Arroyo, una abogada y activista, quien practica desde hace ocho años el bisexualismo e indica que la principal lucha de esa población es hacerse visibles.

El bisexualismo se presenta cuando un hombre o una mujer es atraído románticamente y sexualmente por hombres y mujeres.

Según Arroyo, si un bisexual tiene una pareja no deja de ser bisexual, pues le seguirán atrayendo los individuos del género contrario al de su pareja. Tampoco significa que será promiscuo o infiel.

“No es que nos gustan todos los hombres y todas las mujeres o que nos atraen de la misma forma”.

Larissa cree que muchos gais y lesbianas han salido del clóset dos veces, primero para afirmar el homosexualismo y luego para visibilizar su bisexualismo. Muchos están en esa transición y probablemente un buen porcentaje nunca saldrá del clóset del homosexualismo.

“Los bisexuales sentimos el rechazo de los heteros, de gais y lesbianas, porque dicen que tenemos que ser lo uno o lo otro. Muchos hombres bi tienen pareja hombre y deben disimular que le atraen las mujeres porque pueden ser discriminados. Le pasa también a las mujeres. Tenemos tanto miedo por la violencia y la discriminación que evitamos hablar del tema”.

Natural

Larissa trata de convencer a los bisexuales de la importancia de hacerse visibles para animar a otros a que también lo hagan.

Ella era una mujer heterosexual antes de ser bisexual, pero aclara que nunca ha tenido confusión alguna en su cabeza.

“Existimos personas que durante mucho tiempo nos identificamos como heterosexuales, pero no estábamos confundidos. En mi caso me sentía atraída por hombres y tuve relaciones, pero después de los treinta me di cuenta que me podía sentir atraída por las mujeres. Y tampoco por eso estoy confundida”.

“El cambio fue muy natural y sé que es un caso diferente al de la mayoría . Me sentí atraída por un personaje de una serie de televisión y me pareció extraño, pero no le di importancia. Tiempo después, estaba enamorada de otra chica, me tomó por sorpresa, pero hice la transición simple. Mi familia me ama por lo que soy, no por mi orientación”.

Explicó que mucha gente de su círculo de conocidos, no toleraba que hiciera una manifestación de amor hacia una mujer de la misma manera que como lo hacía con un hombre, como tomarla de la mano o darle un beso en público.

“Cuando era hetero se me salía el amor por todo lado con mi pareja, ahora que soy bisexual y cuando he estado con mujeres, no tengo por qué cambiar. Alguna gente no logra entender que me siento atraída por algunos hombres y por algunas mujeres y creen ese mito de que me tengo que definir”.

Añadió que si se llegara a casar, por ejemplo, no dejaría de ser bisexual.

“Si lo hago con un hombre no quiere decir que ya me dejaron de atraer las mujeres. Sigo siendo bisexual y no es que sea infiel, podría serlo o no, pero no por mi orientación sexual, sino por otras cosas. Igual que un heterosexual puede o no ser infiel”, explicó.

Esa poca tolerancia de la gente la llevó a perder contacto con amigos y hasta con familiares cercanos cuando hizo público su bisexualismo.

Otras luchas

Dice que una tarea pendiente para el bisexualismo son los registros de estadísticas de violencia de mujeres hacia otras mujeres, pues no hay un mecanismo para llevar ese control. Ninguna institución del país las lleva, ni siquiera el Inamu, dice Larissa.

Sin embargo, la lucha que toda la comunidad diversa libra en conjunto ha dado frutos, lógico, aún con pendientes.

“Un gran logro fue acceder a que la Caja apruebe un lineamiento de atención en salud para mujeres lesbianas, ahora luchamos para que pase lo mismo con mujeres bisexuales porque no es lo mismo, ya que, claramente, las prácticas sexuales de las bisexuales no son las mismas que de las lesbianas. La bi puede quedar embarazada, por citar un ejemplo, pero hay otros temas como enfrentar virus como el del VIH, el papiloma humano y otros”, dijo.

Franklin Arroyo

Franklin Arroyo

Periodista egresado de la Universidad Federada. Integra el equipo de Nuestro Tema de La Teja. Trabajó en el Periódico Al Día, corresponsal del diaro Marca para Centroamérica y editor de la revista TYT del Grupo Eka.

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