Nacional

Rodolfo Piza 'pisa' el acelerador y hace campaña en vocho

El artista Rodrigo Piedra empezó a restaurar el chuzo de colección hace un año y se lo ofreció al candidato para la campaña

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Rodolfo Piza tiene en su oficina un vocho de Legos parecido al primero que compró. Foto Rodolfo Piza

El candidato presidencial del PUSC, Rodolfo Piza Rocafort, se mandará a hacer campaña en este mes que falta para las elecciones, en una nave muy especial.

El aspirante a la silla de Zapote presentó en las redes sociales al Vocho de la Victoria, un Volkswagen T2 pick up 1971, de fabricación alemana, que pertenece al artista Rodrigo Piedra, quien lo está arreglando desde hace un año y se lo ofreció a Piza para la campaña.

Esa microbús estará lista para rodar el miércoles 11 de enero, pero lo que más ilusiona al candidato es que le recuerda al primer chuzo que tuvo a los 19 años, en 1977.

Siendo un joven prendiz de político, hijo del abogado Rodolfo Piza Escalante (1930-2001, magistrado de la Sala Constitucional y diputado) se dio el gustazo de comprar un Volkswagen Camper 1963 de color beige, que usaba para ir a las clases de Derecho a la Universidad de Costa Rica y jalar para el Puerto y a Guanacaste los fines de semana.

Tenía un puesto de secretario (oficinista) en la Asamblea Legislativa y aprovechó el sueldito para ahorrar los ¢15.000 que le pedían por la microbús (unos ¢3 millones de hoy en día), de la que 41 años después solo quedan recuerdos.

“Cuando lo compré/el vocho) me iba de fiesta, con él podía ir a las carnavales de Puntarenas y Limón y abrirlo ahí en medio del paseo de los Turistas y estar sentado en la propia mesa y hacer paseos con mis amigos”, nos contó.

Pero no solo para irse de fiesta era útil, el candidato contó que también lo usaba para dormir al mediodía cuando me escapaba un ratillo de la oficina: “le abría la cama y me dormía ahí mismo en el parqueo”, contó.

Además, viajaba en el vocho para ver a la novia que tenía esa época. ”Cuando marcaba o salía tarde de una fiesta ahí mismo me parqueba y dormía hasta la mañanita, para recuperar las fuerzas y volver a manejar”.

El candidato del PUSC se subirá a un vocho para recorrer el país y pedir votos. Foto Facebook Rodolfo PIza

Recuerda que su primer chuzo era viejito, porque cuando lo compró ya tenía 14 años de fabricado. Lo trajeron de Estados Unidos y como allá le echan sal a las calles para bajar la nieve, venía un poco oxidado.

La micro Volkswagen también lo dejó varado alguna vez, como cuando un eje se le cayó y le tocó esperar casi dos días por una grúa, por donde hoy está el Restaurante Palenque Garabito, en Miramar de Montes de Oro, Puntarenas.

"En esa época casi no había grúas y cuando lo llevé al mecánico me percaté de lo carcomido que estaba y me advirtieron que la aventura no seguiría por mucho tiempo. (El mecánico) me dijo: 'vaya saliendo de eso pronto'”.

Y aunque ese carrito venía "salado" no lo considera de mala suerte. “Ojalá (el Vocho de la Victoria) me traiga mucha sal como la que me trajo ese, porque yo lo disfruté muchísimo; todo en la vida tiene su tiempo y yo espero que el Gobierno me traiga cuatro años tan buenos como el tiempo que tuve el vocho".

Piza tiene un navecita a escala parecida a su primer vocho, que compró en una tienda de Lego, y ahora la luce en su oficina.

Un Volkswagen Camper 1963 similar a este fue el que Rodolfo Piza compró en 1977. Foto: Pinterest
"Cristiana" es una de las chineadas del artista Rodrigo Piedra Foto: Cortesía Rodrigo Piedra (Rodrigo Piedra)

La pasión por estos carros alemanes no solo la tiene Rodolfo Piza, en Tiquicia hay un grupo organizado que vive enamorado de los vochos y se organizaron para crear una comunidad que los consigue y restaura.

El mismo Rodrigo Piedra contó que él tiene dos naves: una gris que llaman "Cristina" y la roja que usará Piza y que lleva casi un año en el taller tratando de ponerla puras tejas, para que aguante la gira y que cuando termine la campaña le pueda seguir sacando provecho.

"Volkswagen significa 'carro del pueblo' y un pick up es un carro de trabajo, en el campo hay muchos en las zonas rurales para verduras y jalar chunches, herramientas y equipo. No siento que sea para ganar votos sino que representa que se usará para trabajar", dijo Piedra.

Carlos Cordero, presidente del Vochoclub de Costa Rica, aseguró que hay unos 400 fiebres que entre ellos compran y venden vochos que están abandonados.

"Son carros que generalmente pasan de mano en mano, porque tienen más de 50 años y entre nosotros mismos nos los compramos y vendemos", explicó Cordero.

Este fanático de los Volkswagen asegura que hay cientos de carros en el país que se han restaurado y se cuidan como tesoros por parte de sus dueños.

"Son carros que están rescatados del olvido, muchos estaban en lotes baldíos o cocheras y se han restaurado lo mejor que se puede. La idea de nosotros es protegerlos, porque crecimos y vivimos con estos carros y nos encantan, sobre todo los clásicos, pero en general todo tipo de Volkswagen", aseguró.

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