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Cantante de lotería: “en una misa antes de comulgar el sacerdote me dijo ‘dame la suerte’”

Presentadores de los sorteos se confesaron y dicen que los nervios se mantienen pese a los años de experiencia

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Mileidy Jiménez, Jorge Rivera y Miguel García tienen todo preparado para cantar la suerte de miles de personas este domingo, durante el sorteo del Gordo Navideño.

En total cuatro personas fueron convocadas para mostrarle a Tiquicia los números y series de los números que convertirá millonarios a los más suertudos.

El equipo de presentadores o cantantes lo componen 8 personas, quienes se reparten los distintos sorteos que la Junta de Protección Social realiza a lo largo del año.

La Teja conversó con tres de estos cantantes, quienes manifestaron que a pesar de tener más de 15 años en eso de la cantada, los nervios y las pifias no pueden faltar.

“Nos han enseñado a respirar profundo, a tomarse un traguito de agua y estar lo más tranquilo posible. Además, días antes de los sorteos procuramos no irnos de fiesta y evitamos los resfriados para que no nos afecte la voz”, indicó Mileidy.

Nervios incontrolables

Jorge Rivera trabaja desde hace 32 años en la Junta y desde hace 17 forma del equipo de los cantantes de la lotería. Trabaja como operario en la imprenta de la Junta.

“Me gusta la música y una vez en la parroquia del barrio me invitaron a colaborar en una feria en Tierra Blanca de Cartago. La persona que debía presentar a los participantes de un concurso no pudo ir y me invitaron a ayudarle y casualmente me vieron unos compañeros de trabajo y luego me invitaron para ser presentador”, contó este vecino de El Carmen, en Cartago.

Rivera recuerda que la primera vez que presentó un premio fue fundamental para él, pues aprendió mucho de los compañeros que le acompañaron.

“Antes no usábamos pantallas ni nada por el estilo, nos debíamos aprender el guión y hasta hacer la introducción y el cierre de los sorteos. Con el paso de los años ya uno va agarrando experiencia; sin embargo, los nervios nunca se van, el exceso de confianza lo puede matar a uno”, manifestó.

Jorge comentó que como en todo, hay situaciones que no se pueden controlar.

“Siempre hay miedo cuando se saca una bolita, sobre todo cuando son nuevas o se lavaron porque se resbalan más. Una vez me pasó que nos cambiaron el sistema y no sabíamos cómo acomodar las bolitas, a cada rato les dábamos vuelta y a veces la gente se enoja por esas cosas”, indicó.

Este brumoso comentó que cuando hay sorteos se quita el reloj y el día de un sorteo como el gordo navideño su rutina trata de ser lo más tranquila posible.

“La gente me ve y me pregunta cuál número les recomiendo comprar, pero eso no lo puedo decidir yo. Uno es un instrumento, la suerte es de la persona. Tampoco leo redes sociales porque a veces hay muchos comentarios negativos y en esto uno no puede estar muy desconcentrado”.

Se quedó en blanco y no pudo ver la serie

Miguel García tiene 26 años de trabajar para la Junta y recuerda que hace 15 años, una compañera le ofreció ser presentador de los sorteos.

“Me pareció interesante el ofrecimiento y lo acepté y para mí, al día de hoy, lo más satisfactorio es que los premios queden bien repartidos y ojalá entre gente que lo necesite”, dijo García, quien es chofer de la auditoría de la institución.

Este vecino de Grecia recuerda con cariño una anécdota que le ocurrió en una misa, un domingo del año pasado.

“Ese día el padre Elimar Carvajal me iba a dar la hostia y en ese momento me dijo ‘dame la suerte, el Cuerpo de Cristo’. Eso me hizo mucha gracia y cuando finalizó la misa, un par de lectores vacilaron conmigo y me preguntaron lo que me había pedido el sacerdote”, comentó.

García añadió que antes de cada sorteo siente una mezcla de nervios con ansiedad.

“Hay una mezcla de sentimientos porque cada sorteo es diferente. Siempre me llama la atención que la gente cree que uno puede sacar la bolita con el número que le piden, pero no es así, inclusive nosotros somos las últimas personas en ver las bolitas antes de que inicie la actividad”.

Miguel dice que el día del sorteo del gordo, sale a caminar con Danger Alberto, su perro, va a misa con su esposa, Rita, y tiene un almuerzo ligero para que no le caiga mal. Eso sí, apenas termina el sorteo se va a cenar como Dios manda con su familia.

A Miguel tampoco se le puede olvidar una vez en la que se quedó en blanco y no pudo decir el número de una serie.

“En ese tiempo no había micrófonos inalámbricos. Saqué la bolita y le tuve que preguntar a Jorge por el número de la serie, porque me quedé en blanco, vi la serie, pero no podía repetir el número”, dijo entre risas.

La mamá de los presentadores

Mileidy Jiménez tiene 23 años de trabajar en la Junta y lleva 22 como presentadora.

Es la única mujer del equipo y ella se siente satisfecha por representar a la mujer en una tarea como esta.

“Me satisface porque, aunque no lo crean, hay una parte en esto de los sorteos que es muy pesada y a pesar de eso siempre hago mi trabajo con calidad”, dijo.

Jiménez trabaja como encargada administrativa de los camposantos de la institución y recuerda que una vez la llamaron por teléfono para hacerle una petición muy particular.

“Una señora llamó a la Contraloría de Servicios porque quería conversar conmigo. Cuando atendí la llamada me comentó que tenía a un hijo enfermo, que se hacía cargo de la casa y su esperanza era ganarse la lotería. Ella me dijo que yo la podía ayudar y me pidió que sacara el número y la serie que llevaba y pese a que yo le expliqué cómo funcionaban los sorteos me insistió muchas veces”, explicó.

Mileidy es llamada por sus compañeros como la “mamá” por ser de las más experimentadas del grupo.

“El hecho de estar en un sorteo nacional tiene su técnica, debe haber mucha precisión para manipular las bolitas, nosotros tenemos que mostrar todo ante el público y por eso, la institución trabaja para que todo sea muy transparente, de ahí el hecho de andar blusas con manga corta”, explicó.

Para esta brumosa, su imagen es muy importante, por eso antes de cada sorteo se pinta las uñas de las manos y el día del sorteo va al salón a arreglarse el cabello. Además, le gusta lucir una pulserita en la mano.

“El día del sorteo, cuando vengo de camino paso a comprar unos pedacitos a gallo tapado. Recuerdo que un día un padre me vio camino a la Junta y me hizo bañada en agua bendita y me gusta cuando la gente me detiene para contarme que ha ganado. Ahí siento que he hecho bien mi trabajo”, expresó.

Yenci Aguilar Arroyo

Yenci Aguilar Arroyo

Redactora de la sección de Nacionales. Trabajó en las secciones de Deportes, Tiempo Libre y tiene experiencia en comunicación institucional. Cuenta con 18 años de experiencia, desarrollada principalmente en el periodismo escrito. Fue designada Periodista del Año del 2023. Trabajó en el Periódico Al Día.

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